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hace 11 horas
Ayer, la Suprema Corte de Justicia de Mendoza confirmó la prisión perpetua de Alejandro Amitrano, acusado de matar a golpes a su pequeña hija Rosario Belén, de 1 año, en 1999.
El caso tiene rivetes espeluznantes. Según relata diario UNO, se desencadenó en noviembre de 1999 cuando la pequeñita ingresó al hospital Notti en grave estado y fue operada de urgencia por un estallido de sus intestinos. De acuerdo al matutino, el 30 del mismo mes la pequeña murió debido a una falla multiorgánica. La nena había sufrido además fractura de sus costillas, fisura maxilar, traumatismo de cráneo, lesiones en sus piernas, entre otras gravísimas heridas que los peritajes determinaron que fueron provocadas por golpes no accidentales. A su vez su cuerpo tenía talco, lo que se presume que se usó para tapar posibles hematomas.
Amitrano estaba prófugo bajo una identidad falsa ya que se hacía llamar Gringo González y vivía en Entre Ríos. Un operativo conjunto por personal de las policías de ésa provincia y Mendoza pudo dar con su paradero.
