Cristina Kirchner se reunió este lunes en su despacho con su hijo Máximo Kirchner y con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, tras la derrota del Frente de Todos en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), según consignó Clarín.
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Por su parte, Alberto Fernández se recluyó en su despacho ubicado en el primer piso de la Casa Rosada junto a los ministros Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, una reunión a la que luego se sumó Santiago Cafiero, informó el mismo diario.
El gobernador Axel Kicillof, que por la mañana pasó por su despacho de la gobernación bonaerense, también viajó pasado el mediodía hasta la Ciudad.
Acelerar o no con las posibles modificaciones en el equipo de gobierno es la cuestión. Y de hacerlo, la duda es si debe ser antes o después de las generales de noviembre.
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El inesperado resultado del domingo generó malestar en la cúpula del cristinismo y de La Cámpora, y apuntan al programa económico aplicado por Martín Guzmán como una de los principales explicaciones de la paliza electoral.
El ministro de Economía es uno de los funcionarios más cuestionados por el kirchnerismo. A él le achacan los problemas de la inflación y los salarios.
El Frente de Todos perdió en 18 de los 24 distritos del país
“De los errores aprendemos. Hay una demanda y a partir de este lunes vamos a prestarle atención y resolver el problema que la gente nos plantea”. Anoche, desde el búnker del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández reconoció la mala perfomance de la alianza oficialista Frente de Todos en las elecciones primarias: las listas de la opositora Juntos por el Cambio reunían más votos que el oficialismo a nivel nacional, imponiéndose en 15 provincias. El Frente de Todos perdió en 18 distritos.
El resultado de las primarias no pudo ser más auspicioso para las listas de Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones legislativas nacionales del 14 de noviembre, cuando se elijan 127 diputados nacionales y 24 senadores.
Juntos por el Cambio se impuso en dos importantes provincias gobernadas por el peronismo como Buenos Aires y Santa Fe. Más previsibles, acaso, fueron las elecciones de Juntos en Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. Sorprendieron también las perfomances opositoras en Entre Ríos, La Pampa, Chubut y Santa Cruz, otras provincias oficialistas.
La alegría (aunque no euforia) en el búnker de Juntos por el Cambio en Costa Salguero contrastó anoche con las caras serias del centro oficialista en el barrio de Chacarita. De proyectarse la tendencia de las PASO a las generales, por ejemplo, el oficialismo perdería las elección a senador en seis de los ocho distritos, con lo que peligraría el quorum en la Cámara Alta
