Luego de estudios en Tandil, el INTA lanza una nueva variedad de soja

El producto cuenta con alto potencial de rendimiento.

La variedad de soja, Marina INTA 3.8 STS, un cultivo con excelente estabilidad y diseñado para adaptarse a los diferentes ambientes del sur de Buenos Aires, fue presentado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Tandil participó de los ensayos.

A su vez, la variedad de soja, fue inscripto en el Registro Nacional de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas (INASE) y gracias a un convenio de vinculación tecnológica con la empresa Ascue y Castro Agronomía S.A., ubicada en la ciudad de Tandil, está disponible para su comercialización.

Esta nueva variedad de soja que el INTA presentó pertenece al grupo de madurez III largo y se caracteriza por su capacidad de adaptación a diferentes ambientes y condiciones climáticas del sur de la provincia de Buenos Aires. La variedad “posee un alto y estable potencial de rendimiento” y se destacó que “ensayos realizados en Tandil demostraron que rindió hasta un 5% más, en comparación con lotes contiguos de esa zona”, se informó en un comunicado.

En ensayos realizados en lotes de multiplicación en Tandil superó ampliamente las variedades más sembradas en la región del sudeste: rindió 3.800 kilos por hectárea, un 5% más, en comparación con lotes contiguos de esa zona.

El coordinador del Programa de Cereales y Oleaginosas del INTA, Fernando Giménez, afirmó que “esta nueva variedad es recomendada para siembra de segunda en toda la región pampeana, debido a que posee un buen despeje entre el suelo y las vainas inferiores”. Marina INTA 3.8 STS es una variedad de flor púrpura, con vainas castaño intermedio e hilo negro. Posee un alto y estable potencial de rendimiento.

Además de su adaptabilidad a las condiciones climáticas y su potencial de rendimiento, esta nueva variedad de soja desarrollada por el INTA es “tolerante al glifosato e incorpora la tolerancia a sulfonilureas”, comentó Agustín González (especialista en mejoramiento genético del INTA Bordenave, Buenos Aires).

Por otra parte, el especialista agregó: “Esta característica la convierte en una herramienta para fortalecer las estrategias de manejo integrado en el control de malezas resistentes o de déficit de control”.