Un bodegón creó una solución para hacer bien rosarina la tarjeta SUBE y se hizo viral

El tradicional comercio gastronómico apeló a la nostalgia de los usuarios del transporte público y los invitó a sumarse “por una SUBE menos”.

La nostalgia se apoderó de los rosarinos
La nostalgia se apoderó de los rosarinos Foto: Municipalidad de Rosario

La llegada del sistema federal SUBE al transporte público, en reemplazo de la mítica empresa Movi, ha generado sentimientos encontrados entre los usuarios del Transporte Público de Pasajeros de Rosario. Muchos sostienen que el cambio ya era necesario, puesto que la ciudad era una de las pocas que aún no había implementado SUBE, mientras que otros se resisten a usar la tarjetita plástica de origen “porteño”.

Lo cierto es que SUBE ya desembarcó en Rosario y lentamente va acaparando las billeteras y bolsos de los pasajeros, mientras Movi va perdiendo terreno, beneficios y comienza a transitar sus últimos días en los colectivos urbanos. Para algunos rosarinos, la nueva tarjeta del sistema federal también plantea una nueva problemática estética; por eso, un reconocido bodegón de la ciudad lanzó una campaña que mezcla la “rosarinidad” con la nostalgia.

“Abajo las SUBE de porteños”, reza el texto del video que el local comercial posteó en su Instagram, para promocionar su nuevo producto: un sticker que simula la apariencia de las viejísimas tarjetas magnéticas que se usaban hace varios años en los colectivos rosarinos, antes que llegaran las “sin contacto”.

La reacción del público

“¿Se acuerdan que se arrugaban y te dejaban a gamba? Pero eran hermosas...”, interpela la publicación, que invita a adquirir el peculiar sticker en su local. El video cosechó miles de likes en la red social y la casilla de comentarios se llenó de nostálgicos recordando las viejas épocas del cartoncito, que se vendía de acuerdo con la cantidad de viajes a cancelar.

Tampoco faltaron quienes se sintieron “ofendidos” con la publicación y lo sintieron un ataque personal, por ser “porteños”. Sin embargo, desde el bodegón dejaron claro que se trata de una broma con algo de ingenio para atraer personas al lugar.