Los boqueteros rosarinos se llevaron entre 40 y 45 millones de pesos

Brink’s informó a Fiscalía el monto estimado tras el ingreso de los ladrones desde una casa lindera.

El agujero en Roca al 2700 permitió cruzar una pared de más de medio metro de espesor. (Juan José García)
El agujero en Roca al 2700 permitió cruzar una pared de más de medio metro de espesor. (Juan José García) Foto: Juan José García

El día después del robo de película que perpetraron delincuentes una empresa de transporte de caudales en barrio Hospitales, la Justicia rosarina estimó que los boqueteros se llevaron al menos 40 millones de pesos. Se trata de un monto aproximado que comunicó la firma en paralelo con la causa penal.

Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que Brink’s acusó un faltante estimado de hasta 45 millones de pesos. El dinero en efectivo se encontraba guardado a bordo de los camiones de la compañía, estacionados en el sector al que los ladrones accedieron después de perforar la medianera en una casa lindera.

La denuncia que inicialmente recibió la unidad de Flagrancia fue reasignada al área de Investigación y Juicio, de modo que la pesquisa quedó en manos de la fiscal Juliana González. Después de la inspección en la sucursal de la empresa y la vivienda ubicada sobre Presidente Roca al 2700, el personal a cargo del caso está analizando material de cámaras de seguridad para esclarecer el hecho por el que hasta el momento no hay detenidos.

Guillermo quedó encerrado en otra habitación mientras rompían la pared de su dormitorio. (Juan José García)
Guillermo quedó encerrado en otra habitación mientras rompían la pared de su dormitorio. (Juan José García)

En el domicilio elegido para dar el golpe, la banda sólo dejó como rastros un cargador de pistola Glock con 30 proyectiles y una amoladora. Sin embargo, testimonios y otros indicios coinciden en que trabajaron durante más de dos horas con otras herramientas para romper la pared y después escapar con el botín.

El dueño de casa afirmó que los dos delincuentes que lo abordaron estaban armados y tenían el rostro cubierto cuando lo encerraron y ataron junto al resto de su familia en otra habitación. Ninguna víctima sufrió lesiones, aunque recién lograron salir media hora después de que cesaron los ruidos que hacían los boqueteros.