Los órganos no van al cielo: la campaña en apoyo a la donación de órganos y a Dylan

Una activista por la donación de órganos habla sobre los 200 niños en lista de espera en Argentina.

Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón. (Web).
Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón. (Web).

La activista por la donación de órganos Sandra Photusgnr difundió un comunicado sobre la importancia y concientización de la donación de órganos; "Los órganos no van al cielo", dice la carta.

Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón. (Web).
Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón. (Web).

Photusgnr habla sobre el tratamiento de la donación y habla sobre los 200 niños en lista de espera en Argentina, haciendo hincapié en Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón.

Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón. (Web).
Dylan Gómez el niño chaqueño que espera por un corazón. (Web).

La carta argumenta lo siguiente: "Hay una realidad que no queremos ver. Una realidad que duele, que pincha, que molesta, que resulta ofensiva, pero está ahí, aunque miremos para otro lado, aunque cerremos los ojos, aunque lo ignoremos. No se puede tapar el sol con un dedo."

"Hablar de donación de órganos asusta. Hablar de donación pediátrica directamente ofende. Vivir y morir es lo natural, la muerte forma parte de la vida, lo aceptemos o no."

"La posibilidad de donar un órgano, o de estar en el otro lado, en una lista de espera también es real. En realidad, estadísticamente tenemos más posibilidades de necesitar un órgano que de poder donar."

"Dylan tiene 4 añitos y lleva 33 días conectados a un Berlín Heart, un corazón artificial. En la foto, no se ve nada de ese aparato, pero te aseguro que asusta."

"Tomemos conciencia, los chicos sufren, muchos se mueren esperando un donante. En Argentina hay 200 chicos en lista de espera. Son miles en toda Latinoamérica. Muchos de ellos partirán sin una oportunidad."

"Dylan puede ser mi hijo, o el tuyo, nadie está exento, nadie tiene la vida comprada. Hablemos de donación de órganos, los órganos no van al cielo", finaliza la carta.