El dispositivo que contiene oro de 22 quilates y tiramos a la basura sin saber

La innovadora técnica que transforma desechos electrónicos en riqueza.

El dispositivo que contiene oro de 22 quilates y tiramos a la basura sin saber
Oro - Imagen ilustrativa

La basura electrónica es uno de los mayores desafíos ambientales del mundo moderno. Con la rápida evolución tecnológica y la obsolescencia programada, cada año toneladas de computadoras, celulares y otros dispositivos quedan en desuso, acumulando materiales valiosos que rara vez se recuperan de manera sostenible.

Sin embargo, investigadores de ETH Zurich (Suiza) han desarrollado un método revolucionario para extraer oro de 22 quilates y otros metales preciosos a partir de estos residuos, utilizando un ingrediente inesperado: proteína de suero de leche.

Una solución sostenible para un problema creciente

Los dispositivos electrónicos contienen cantidades significativas de oro, plata y cobre, en concentraciones incluso mayores que las de muchas minas tradicionales. Sin embargo, los métodos de extracción convencionales son costosos, peligrosos para el medio ambiente y requieren productos químicos altamente contaminantes.

Computadoras, celulares y tablets contienen oro, plata y cobre en concentraciones incluso más altas que en algunas minas tradicionales.
Computadoras, celulares y tablets contienen oro, plata y cobre en concentraciones incluso más altas que en algunas minas tradicionales.

Aquí es donde la innovación de ETH Zurich cambia las reglas del juego. Los científicos crearon una “esponja” hecha de nanofibrillas de proteína de suero de leche, un subproducto de la industria alimentaria, que tiene la capacidad de absorber selectivamente los iones de oro. De este modo, se puede recuperar el metal precioso de los desechos electrónicos de forma ecológica y eficiente.

Para demostrar la efectividad del método, el equipo extrajo una pepita de 450 miligramos de oro de 22 quilates a partir de solo 20 placas base de computadoras antiguas. Según los investigadores, esta pieza tiene una pureza del 91% de oro y 9% de cobre, con un valor estimado de 33 dólares.

Pero más allá de la pureza, lo más impactante es la rentabilidad del proceso: por cada dólar invertido en este método, se pueden obtener hasta 50 dólares en oro, lo que lo convierte en una alternativa económicamente atractiva además de ecológica.