Vuelta a clases: los padres siguen recurriendo a la ayuda de profesores particulares

Las escuelas mendocinas volvieron a abrir sus puertas y los padres de los alumnos consideran necesario el apoyo extra para el inicio de este nuevo ciclo.

El 2020 fue un año atípico, el mundo entero estuvo parado por meses y eso afectó mucho a la educación entre otras cosas. Los niños y adolescentes se vieron obligados a continuar sus estudios desde sus casas, a través de diferentes plataformas que les asignaban sus respectivos colegios.

Muchos padres tuvieron que recurrir a profesores particulares, ya que ellos ya sea por falta de conocimiento o por no saber enseñar, consideraban necesaria la ayuda extra para que sus hijos entendieran mejor.

Claudia Rodríguez y Patricia Sosa son dos profesoras y amigas que durante los meses de encierro ayudaron a varias familias en sus estudios. En diálogo con Vía Mendoza, Claudia contó que al principio fue muy difícil ya que tanto los alumnos como sus padres se encontraban totalmente perdidos y no sabían utilizar bien las plataformas escolares.

“Fue algo nuevo para todos, una experiencia para el recuerdo” agregó Claudia, quien tiene a tres alumnos de primer grado y los continúa ayudando con sus tareas.

“Les enseñé a leer, escribir, sumar y restar. Traté de hacerlo de una forma divertida para que no se aburrieran ni se distrajeran” agregó la profesora. Si bien ella se encargaba de enseñarles, los padres también cumplieron un rol muy importante ya que ellos se encargaban de hacerlos practicar una vez finalizada la clase.

Por su parte, Carina comentó que si bien era algo nuevo, no le costó mucho adaptarse y comenzó ayudando a adolescentes de primer año de secundario a través de Zoom.

Con la vuelta a la presencialidad, ambas profesoras están siendo muy solicitadas, ya que los padres sienten miedo y consideran necesario el apoyo para comenzar este nuevo ciclo.

“Es normal, sienten que el 2020 fue un año perdido y que los chicos van a necesitar aún más apoyo”, agregó Carina.

En cuanto a los precios de las clases, por la crisis económica se vieron obligadas a reducir los valores. Las clases de una hora cuestan alrededor de $150, si necesitan más tiempo pueden hacer una reducción en el precio.

Ambas profesoras se pusieron a disposición de sus alumnos y familias para ayudarlos en este nuevo comienzo para que no sea complicado y puedan disfrutar de la vuelta a la presencialidad después de un año virtual.