El panorama económico y judicial de SanCor, una de las marcas más emblemáticas de la industria láctea argentina, atraviesa su peor crisis en años. Con tres semanas sin entregar productos ni tomar pedidos, su situación se agrava por una serie de denuncias que involucran falta de pago de sueldos, emisión de recibos presuntamente apócrifos, evasión de aportes sociales y hasta la posible fuga de divisas al exterior.
Denuncias judiciales y causas en curso
La compañía fue denunciada ante tribunales de Santa Fe por no pagar los haberes correspondientes a marzo, abril, mayo, junio y el aguinaldo. Además, se la acusa de no abonar las cuotas de la obra social y la mutual sindical, acumulando una deuda post concursal que supera los $10.000 millones.
La causa quedó asignada al Juzgado Civil y Comercial de Rafaela, a cargo del juez Guillermo Vales, e incluye también a Elcor, nueva socia de SanCor en acuerdos de producción, por el principio de responsabilidad solidaria. Los trabajadores exigen que esta empresa también se haga cargo de los salarios impagos.
A esto se suma otra investigación por presunta fuga de capitales: SanCor estaría implicada en no ingresar al país unos 5 millones de dólares provenientes de exportaciones, que habrían sido depositados en una cuenta en Brasil a nombre de SanCor do Brasil.
La complicada situación de SanCor
En paralelo, la empresa dejó de distribuir leche, yogures, quesos y crema en supermercados, mayoristas y comercios de distintas provincias, como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Algunos locales aseguran que hace más de dos semanas no reciben ninguna mercadería.
Actualmente, según informó IProfesional, SanCor terceriza su producción a través de acuerdos con empresas como Elcor, La Delfina y Delpack, pero no tiene presencia comercial propia y ha frenado totalmente la fabricación de productos icónicos como Mendicrim o los yogures.