Sacar el carnet de conducir será más difícil y más caro

A partir del lunes, se introducirá una serie de cambios que traen más requisitos y un mayor grado de complejidad.

Sacar el carnet de conducir será más difícil y más caro.
Sacar el carnet de conducir será más difícil y más caro.

El Reglamento General de Conductores se modificó en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora, es más exigente con los aspirantes a conductores y presenta más requisitos a la hora de sacar el carnet.

A partir del próximo lunes, 1° de julio, fecha en que entrarán en vigencia los cambios, el cuestionario será más extenso para los principiantes y habrá seis ejercicios prácticos en lugar de cuatro. Quienes vayan a sacar su registro por primera vez o a renovarlo después de un año de vencido tendrán que estudiar más.

El examen teórico y práctico se mantuvo igual desde 2005. Pero ahora, las evaluaciones serán más exigentes: las preguntas se ampliarán al doble, pasarán de 750 a 1500, y habrá variaciones. Por ejemplo, no solo se analizará el conocimiento de una determinada señal de tránsito, sino su interpretación en un contexto determinado. Como antes, habrá que responder 30 preguntas en 45 minutos.

Ahora, el Reglamento General de Conductores es más exigente con los aspirantes a conductores y presenta más requisitos a la hora de sacar el carnet.
Ahora, el Reglamento General de Conductores es más exigente con los aspirantes a conductores y presenta más requisitos a la hora de sacar el carnet.

Al examen, se incluirán temáticas fuera de lo urbano, como situaciones en ruta, y se incorporarán conceptos y prácticas sobre nuevas formas de movilidad, como la bicicleta eléctrica y el monopatín, así como también cuestiones referidas a cómo proceder en un siniestro de tránsito.

Una vez sorteada la etapa teórica, llegará el turno de la instancia práctica, igual que hasta el momento. Pero a las destrezas detrás del volante se sumarán dos ejercicios, por lo que dejarán de ser cuatro y serán seis. Habrá que dominar el auto en subida y en bajada.

El objetivo que persigue el aumento en la exigencia, según la secretaría de Transporte porteña, es cambiar la concepción de un "trámite obligatorio" a la de "proceso educativo necesario".