El 2020 fue un año completamente atípico en muchos sentidos. El temor provocado por la pandemia, el aislamiento, el cambio de lugar de trabajo y el estar todos los miembros del hogar en un mismo lugar la mayor parte del tiempo generaron estrés y otros comportamientos que afectaron la forma de vivir de muchas personas.
Es ahí donde las terapias holísticas comenzaron a ganarse un lugar como respuesta para mejor el estilo de vivir y de relacionarse tanto con uno mismo como con los demás a distancia y en tiempos tan complicados. Por esa razón, el equipo de Vía País habló con Marcela Ciappini, quien es consultora y divulgadora de terapias holísticas, además de una gran conocedora de técnicas para el bienestar personal.

- ¿Qué significa que una terapia sea “holística”?
La palabra “holístico” significa “todo”. Cuando hablamos de terapias holísticas hablamos de terapias que puedan incluir todos los aspectos del ser, que son cuatro: el cuerpo físico, las emociones, la mente y el aspecto espiritual o energético. Cualquier terapia que trabaja los cuatro aspectos es holística.
- ¿Cómo influyó la pandemia en el ser?
- La distancia social dejó a los cuerpos muy separados y cuando volvés a conectarte se necesita un tiempo para que todo se vuelva a acomodar. Pero también tuvimos la oportunidad de hacer un cambio transformador en la vida personal y comunitaria: el asunto está en dónde nos paramos a ver cada evento. Todas las situaciones son neutras, sin interpretación: lo que cambia es cómo se para uno a mirar el hecho.

- Entonces, ¿no es tanto la pandemia o el aislamiento sino cómo lo procesamos?
- No es que la pandemia nos causara ansiedad o algo nuevo. Es algo que estaba latiendo adentro y este evento de afuera hizo que se active. Pero es también una gran posibilidad de transformación: hay un paradigma diferente. La ansiedad se generó del encierro, pero ese sentimiento estaba sostenido de antes: ¿Qué me pasa cuando estoy conmigo mismo? ¿Me siento solo conmigo? ¿El trabajo me sostiene? Son aprendizajes muy grandes que están en nuestra esencia, como la incertidumbre misma.
Una de las claves para dejar de estar ansioso es reconfigurar las creencia. Cuando yo descubro todas esas cosas que me asustan, me siento a resignificar lo que me preocupa. Lo que hacemos con las terapias holísticas es entender que el sostén de uno no es solamente la materia sino en el entorno. Si yo empiezo a integrar los opuestos y ha entender que todo es una energía, eso me puede ayudar a tener la sensación de que el rompecabezas que yo soy se empieza a juntar y a armar. Cuando yo estoy completa, en armonía conmigo misma, hay paz, hay alegría, la vida es fácil y me siento bien.

- Sobre el tan famoso homeoffice o teletrabajo que pasó de ser una ayuda para muchos al encargada de generar mayor estrés en el hogar, ¿Cómo las terapias holísticas pueden ayudar en estas situaciones? ¿Qué técnicas existen para ello?
- Hay técnicas concretas. El yoga en silla es ideal para la gente que trabaja todo el día en frente de la compu. Hay modos de elongar, de trabajar los músculos de la espalda, de que no se agarroten: es maravilloso. También están los modos de respirar, como el pranayama, que viene del yoga, y genera mucha energía interna.
Hay que tener en cuenta también que la neurociencia descubrió que hay un tiempo limitado de concentración y atención: no podemos pasar horas continuas haciendo una misma tarea. Los adultos cada unos 45 minutos debemos cortar: tomar un café, cambiar de posición, estirar; algo. No es que voy a rendir menos, sino todo lo contrario. Estoy en paz y eso se va a mostrar en el afuera. El producto del trabajo será mejor porque refleja la energía que tengo.