Un estudio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA reveló que en la Ciudad de Buenos Aires el aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue, el zika y chikungunya, no solo se adapta al frío porteño, sino que crece más rápido a pesar de él.
Según explicó Sylvia Fischer, del Grupo de Estudio de Mosquitos, durante las bajas temperaturas del invierno un alto porcentaje de los huevos libera larvas, lo que adelanta algunas semanas su desarrollo.
"Para nuestra sorpresa, lo que vimos es que se producen eclosiones durante todo el invierno. Pueden pasar al estado de larva desde junio hasta mediados de septiembre. Casi todas las semanas se registraron eclosiones de más del 50 por ciento de los huevos", remarcó.
Asimismo, sostuvo que "en la Ciudad de Buenos Aires vamos a tener más mosquitos que hace diez años (...) Los adultos van a nacer antes. Lo que no sabemos es si se pueden reducir. Los mosquitos aprovechan los primeros calorcitos para atacar. Ahora pueden atacar antes".