La otra pandemia: dos nuevas estafas telefónicas en Santa Rosa

A una clienta del Banco de La Pampa le robaron el sueldo y 150 mil pesos y a una del Santander Río la estafaron en mas de un millón.

Las estafas telefónicas están a la orden del día (El Objetivo)
Las estafas telefónicas están a la orden del día (El Objetivo)

A pesar de las numerosas advertencias de los bancos para que sus clientes no brinden claves y datos personales a terceros para evitar las estafas telefónicas, estos lamentables episodios continúan ocurriendo, y con los numerosos hechos denunciados diariamente se constituyen en otra pandemia, además de la del coronavirus.

Tal es el caso de una docente, clienta del Banco de La Pampa, que sufrió una estafa telefónica con la que le vaciaron el dinero de su sueldo y le sacaron un préstamo de 150 mil pesos, o el de una jubilada, que tiene sus cuentas en el Banco Santander Río, a la que la estafaron en mas de un millón de pesos.

La docente, de 34 años, publicó en las redes sociales un producto para vender y la contactaron desde, lo que ella cree, son perfiles falsos. “Me dijeron que me iban a transferir el dinero y me piden el CBU. Después me llamaron y me dijeron que no podían hacerlo. Y ahí me dijeron que sacara el token”, le contó a El Diario.

Dijo que “no sabía que el token es una clave. Generé el token y es un error. Me considero alfabetizada con la tecnología y los trámites, pero no sabía lo que era. Me sacaron todo mi sueldo. Pero además me sacaron un préstamo personal de 150 mil pesos”, relató.

Captura del chat con los estafadores
Captura del chat con los estafadores

“Yo cometí una negligencia, cometí un error. Pero quiero concientizar al Banco de La Pampa para que tome otra medida, una segunda confirmación para otorgar el préstamo. El problema es que el préstamo se acreditó en forma instantánea y en menos de un minuto estaba transferido. Esta situación no me da tiempo a reaccionar si es una estafa”, dijo. “Me siento desprotegida como clienta que soy del Banco. Yo me tengo que hacer cargo del préstamo y hacerme cargo de los intereses. En realidad tengo que devolver 400 mil pesos”, manifestó.

La docente hizo la denuncia en la comisaría de Toay “y esta mañana me acerqué al Banco y también fuí a Defensa del Consumidor. Lo que quiero plantear es que te dejan expuestos, porque te roban la plata y no hay una medida en este contexto para que la estafa no ocurra”, reclamó indignada.

En el otro caso, la señora Alicia Nora Roda, jubilada, el día 28 de abril a las 15:49 horas recibe un mail en la casilla de correo que tiene vinculada al Banco Santander, donde mediante un link la redireccionaba a una página réplica del Banco y solicitaba datos para verificar su cuenta, caso contrario se le desactivarían las mismas.

Días antes, el mismo banco y por ese mismo medio le había requerido el cambio de sistema de transferencias de “tarjeta de coordenadas” al uso impuesto del “token”, pasos que la damnificada completó. Pero el día 30 de abril, al ingresar a su homebanking, ve que las tres cuentas de las que es titular se encontraban vacías.

Alicia Roda también fue estafada
Alicia Roda también fue estafada

La jubilada concurrió al Banco para comprender qué es lo que había pasado pero en la entidad únicamente le imprimieron las constancias de los movimientos de las cuentas donde consta que con fecha 29 de abril se habían realizado un total de treinta transferencias en el lapso de tan sólo 102 minutos y a un único destinatario, por lo que de inmediato hace la denuncia policial.

Roda volvió al Banco Santander a solicitar las correspondientes explicaciones, pero se le informa que efectivamente con fecha 28 de abril figuraban otorgados dos créditos que superan el millón de pesos, circunstancia de la que no se la había anoticiado ni aún ante el reclamo previo.

Ante el hecho, la mujer asegura que “habría una falla en la seguridad brindada por el Banco frente al dinero que se les confía, en tanto se permite la realización de 30 transferencias en poco más de una hora, y otorgar créditos por más de un millón de pesos sin ningún requisito de verificación de la identidad. Tampoco habría un obrar con cautela al imponerme el abandono de la tarjeta de coordenadas para cambiar a un token de seguridad o doble factor de seguridad, sabiendo de los innumerables casos de estafas que acontecen”.

Por último, la damnificada se encuentra a la espera de una respuesta del Banco del cual resulta ser clienta desde hace muchos años, y confía en que la misma será favorable, y habiendo tomado conocimiento de otros clientes damnificados de la misma entidad, deja a disposición su número de celular, 2954 15502480, a los fines de convocar a los mismos y evaluar una potencial denuncia colectiva.