Abusó de su sobrinita y podría pasar 17 años en prisión

El acusado es mendocino y será juzgado en la provincia de San Juan. La víctima tenía 3 años.

Juicio por abuso sexual.
Juicio por abuso sexual.

Un sujeto de 37 años podría pasar casi dos décadas en prisión por los graves ultrajes sexuales a su sobrinita. La menor tenía 3 años al momento de los hechos y 4 cuando decidió confesarle todo a su mamá. Los aberrantes abusos ocurrieron en 2016, cuando la pequeña y su hermano vivieron un tiempo en la casa del abusador, en la provincia de Mendoza. Ahora el changarían podría enfrentar una pena de 17 años de prisión si el juez obedece al pedido del abogado de la víctima.

De acuerdo a la publicación de Diario de Cuyo, el caso fue denunciado por la madre de la niña en San Juan. La menor terminó contando el calvario que padeció en la casa de su tío tras las pesadillas recurrentes que terminaban con gestos de rechazo y expresión de "no quiero". En su declaración la nena contó que cuando ella se metía al baño el acusado aprovechaba para mostrarle sus partes íntimas y la obligaba a practicarle sexo oral. A esa situación la calificó como "horrenda" y "asquerosa".

Una psicóloga corroboró que su versión era verosímil, que no mentía. Esto fue clave para que el sujeto terminara entre las rejas, a pesar de que negó haber cometido los delitos que se le atribuían y hasta destacó el cuidado que le dio mientras vivía en su casa. Sin embargo el informe del profesional fue fundamental en los alegatos de Fiscalía y Parte Querellante. Además esto desencadenó una investigación por falso testimonio de la hermana, pareja del detenido, y la madre de la mamá de la nena.

Ahora se espera la resolución del juez Maximiliano Blejman. Guadalupe Illanes, abogada de la mamá de la criatura, dice que el tío debe pasar 17 años de prisión. Mientras que el fiscal Daniel Galvani pide un castigo de 14 años. Si en algo coinciden ambas partes es en que los abusos existieron entre julio y octubre de 2014, cuando la niña apenas tenía 3 años de edad.

Carlos Reinoso, defensor del sospechoso, entiende que la conducta delictiva no se probó y pidió la absolución de su cliente (no se identifica para resguardar a la víctima).