Un taxista acusado de violación fue capturado en Bolivia tras ocho años prófugo: cómo fue el resonante caso

Se trata de Tito Franklin Escobar Ayllón, quien atacó a una joven de 20 años en 2015, que se había subido al vehículo en Colegiales.

Tito Franklin Escobar Ayllón
Tito Franklin Escobar Ayllón Foto: Twitter

Este miércoles, en la ciudad boliviana de El Alto, fue capturado Tito Franklin Escobar Ayllón, un hombre que estaba prófugo desde hace ocho años, acusado de violar a una chica arriba del taxi que manejaba.

El hombre llegará a nuestro país en la madrugada de este jueves, desde donde será trasladado por el Personal del área Departamento contra el Crimen Organizado de la Policía Federal (PFA).

Tito Franklin Escobar Ayllón antes de su captura
Tito Franklin Escobar Ayllón antes de su captura Foto: Twitter

Escobar Ayllón se convirtió en uno de los criminales más esquivos de las páginas policiales de los últimos años. Era buscado desde 2015.

Cómo fue el hecho del que se lo acusa

En 2015, Escobar Ayllón trabajaba como taxista, manejaba un Chevrolet modelo “Spin” de la empresa de radiotaxis “Premium”. Una noche, Manuela Ponz, que tenía 20 años por ese entonces, subió al vehículo en la zona de Colegiales, luego de salir de un bar.

La chica se quedó dormida en el asiento trasero y, en la zona de Palermo, el taxista la habría violado, aprovechándose de su inconciencia.

Luego de que la víctima lo denunciara, el criminal escapó y estuvo prófugo durante ocho años. Fue su propia esposa quien lo señaló como culpable: se presentó en una comisaría de Sarandí y aseguró que le había reconoció la violación.

El taxi fue encontrado en Balvanera poco después, una zona donde Escobar tenía un domicilio.

Cómo fue la búsqueda y la captura del Escobar Ayllón

Luego de un trabajo en colaborativo entre la Policía de Bolivia, la PFA y Gendarmería, se llegó al dato que permitió la captura de Escobar. La gestión del caso fue realizada por Mercedes La Gioiosa, secretaria de Seguridad y Política Criminal.

El 29 de abril de 2015, el Ministerio de Justicia puso a disposición 500 mil pesos (ocho años después, la recompensa llegaba 5 millones de pesos) a quiénes dieran datos certeros sobre el paradero del criminal.

Así, la cara de Ayllón comenzó a circular en medios y redes sociales. Además, Interpol publicó en su sitio web la circular roja en su contra con sus datos personales.

Pese a esa operatoria, el taxista logró vivir libre y pasar inadvertido durante casi una década. El dato del que estaban seguros los investigadores era que se encontraba en Bolivia, su país de origen, donde todavía tenía familia. Efectivamente, fue donde lo hallaron. Ahora, el hombre acusado de abuso sexual agravado, enfrentará el proceso judicial en nuestro país.

En tanto, Manuela escribió el libro “La última víctima”, como un intento de sanar sus heridas.