“El terror de Mendoza” recopila las historias más tenebrosas de la provincia

Se trata de un proyecto de investigación realizado en diferentes puntos de la provincia. Este libro reúne historias de terror contadas en primera persona. En esta nota te contamos algunas.

Imagen de archivo
Imagen de archivo

La compañía teatral “La Decimotercera” realizó una gira interdepartamental de cinco localidades de Mendoza. Las regiones fueron: Lavalle, Tupungato, San Rafael, Potrerillos y Rivadavia, realizada durante 2018 y 2019. En ellas el objetivo era romper con clásicas propuestas teatrales; así lograron que los espectadores tuvieran una experiencia paranormal, tenebrosa y oscura.

Luego de las presentaciones teatrales adaptadas a cada localidad, se realizaba un fogón cuenta cuentos, donde se recolectaron varias historias folclóricas en torno al género de terror. El registro de los relatos se realizó en formato audiovisual; de esta manera, se logró trasmitir una historia en primera persona, teniendo en cuenta la gesticulación de cada narración.

Fogón- Fuente de testimonios que conforman el libro
Fogón- Fuente de testimonios que conforman el libro Foto: gentileza

Este proyecto de investigación es desarrollado con la ayuda económica de Instituto Nacional del Teatro y fue llevado a cabo por Guillermo García, quien ganó la beca del INT, y Diego Grilli, director de la misma.

El objetivo del libro “El Terror en Mendoza”, es inmortalizar la cultura popular de cada departamento con la narración en primera persona de cada historia. El punto de partida de este escrito es una experiencia personal de los creadores del libro , quienes en una previa de función teatral, vieron como un cuadro se caía sin explicación alguna. De allí, surgió el interés por las historias paranormales.

García habló para Vía Mendoza y nos comentaba las historias que más lo marcaron durante el proceso de investigación. “Estábamos en el espacio Inca de San Rafael en una escuela hogar de niños y nos contaron una fuerte historia”, expresó.

El suceso fue relatado por un hombre mayor de la zona, donde comentaba que hace muchos años las estufas de la escuela funcionaban con kerosene. Generalmente los chicos mayores del hogar se encargaban de distribuir el inflamable por todas las estufas. Uno de ellos se quedó impregnado de él, y al momento de encender las estufas, el fuego lo acaparó y murió calcinado.

Dentro del mismo orfanato -según comentaba Guillermo- un chico se subió a un álamo donde se le dificultó bajarse, cayó y murió al instante. “Se dice que los espíritus de estos chicos están dando vueltas por la zona”, relató.

Este libro es un encuentro con el pasado en diferentes lugares de la provincia, un viaje por distintas emociones. “La obra la realizamos en lugares poco convencionales y aprendimos que cada lugar es único, no solo físicamente, si no por sus historias”, explicó Guillermo García.