Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo

Andrés Martínez Giardini (30) trabaja como instructor de esquí en Aspen (Estados Unidos), uno de los centros más importantes y exclusivos del mundo. Su día a día y su otra pasión, la vitivinicultura.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

Andrés Martínez Giardini tiene 30 años, creció y se crió en Chacras de Coria y se recibió de Ingeniero Agrónomo, profesión que le ha permitido elaborar su propio vino en Mendoza junto a un grupo de amigos y que, de a poco, se fue metiendo en el mercado. Pero la verdadera pasión de Pipi –como lo conocen sus más cercanos- tiene que ver con su segunda profesión, aquella en la que también se profesionalizó y certificó como instructor: el esquí. Es este trabajo el que lo ha llevado a trabajar a Aspen (Colorado, Estados Unidos), en uno de los centros de esquí más importantes y exclusivos del mundo y donde continúa cumpliendo el sueño de él y toda su familia, ya que el esquí es la gran pasión que comparten los Martínez Giardini.

“Actualmente estoy en Aspen. Estoy trabajando como como nunca antes, en una temporada buena de nieve. ¡Se ve que la pandemia recargó las pilas de muchos esquiadores para volver y querer seguir mejorando!”, cuenta el mendocino desde el centro de esquí ubicado en medio de las Montañas Rocosas y uno de los de mayor renombre a nivel mundial.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

“Además del trabajo, decidí armar un equipo de Esquí Sincronizado con varios amigos argentinos para competir en el Campeonato Mundial que se desarrollará el 7, 8 y 9 de abril. Hubo otro equipo argentino que compitió hace varios años, llamado ArgenTeam y que ganó varias veces el torneo. Por suerte tenemos como entrenador a un ex participante de ese equipo”, explica el joven quien, hasta antes de viajar por primera vez a Estados Unidos, solo había podido esquiar en centros de Mendoza y en Portillo (Chile).

El esquí, una pasión familiar

“Pipi” Martínez Giardini nació el 16 de septiembre de 1991 en Godoy Cruz, pero toda su vida en Mendoza ha transcurrido en Chacras de Coria (Luján de Cuyo). Desde chico, sus padres comenzaron a incentivarlo para que practique deporte, y así fue como llegó a hacer natación, fútbol y hockey. Pero hubo un deporte que le llamó más la atención y con el que se sintió identificado desde el primer momento: el esquí.

“No fue solo por el deporte en sí, sino por todo lo que representaba. Estar en el medio de la naturaleza, entre montañas, disfrutando en familia. Creo que fue todo ese conjunto lo que me hizo ver que el esquí era mi deporte”, resume Pipi, quien tomó su primera clase en 1995, con apenas 4 años y en Las Leñas. Fue su padre el primer instructor y quien también, y desde entonces, se convirtió en su gran referente. “Gracias a él fue que aprendí este deporte y por el cual es una pasión que comparto en familia. Desde ese momento, todos los años tratábamos de ir a esquiar por lo menos un fin de semana al año, ya sea a Las Leñas, a Penitentes o a Portillo (Chile)”, agrega.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

En la medida en que Andrés comenzó a crecer, los planes de sumar otros destinos con nieve y otras pistas también fueron tomando forma, aunque no quedó más que en eso: planificación. Martínez Giardini completó la primaria, la secundaria y en la transición entre los 16 y los 17 años llegó el momento de definir qué carrera estudiar. “Siempre me había interesado mucho en los deportes, en la naturaleza y los animales. Mis opciones más fuertes eran, entonces, Periodismo deportivo, Veterinaria o Agronomía. Y decidí quedarme estudiar Agronomía”, rememora el joven. Al igual que el esquí, esta carrera también es una pasión compartida dentro de la familia ya que su padre y uno de sus hermanos son ingenieros agrónomos.

En 2010, Andrés comenzó su carrera –o, mejor dicho, la primera de ellas-. Pero nunca abandonó su primer gran amor y lo que lo apasionaba desde los 4 años: el esquí. “Un día, en Las Leñas y junto mi familia, ya habíamos terminado de esquiar y nos estábamos subiendo al auto. En ese momento vi pasar a dos instructores y me pregunté en mi cabeza: ‘¿qué tal será esa vida?’. Me imaginé que debía ser divertida, el pasar mucho tiempo entre montañas, con amigos y disfrutando de un deporte único. A partir de ese momento tenía una deuda pendiente conmigo mismo: llegar algún día ser instructor de esquí y por lo menos vivir una temporada en algún centro”, recuerda.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

Más allá de este bichito que ya lo había picado, Martínez Giardini continuó con Agronomía. Y cuando estaba por terminar esa carrera, se metió de lleno en las averiguaciones para estudiar y recibirse como instructor de esquí. Primero se contactó con una joven a quien conocía y quien trabajaba en Las Leñas y fue ella quien le contó de un curso que se dictaba en el lugar para dar los primeros pasos como instructor y que lo habilitaba para trabajar en clases grupales con niños. “En marzo del 2016 me inscribí al curso. El primer paso a esta vida que llevo ahora comenzó en Las Leñas, en julio de 2016″, agrega el mendocino, quien habiendo aprobado el examen pudo trabajar en el centro de esquí malargüino durante la temporada.

De esos años le quedaron sus primeros contactos y amigos en el ambiente, pero lo que más fue creciendo en su interior fue la necesidad de trabajar como instructor. Y, después de tanto esperarlo, llegó el día con que tanto había soñado. “Me había ido a esquiar a Penitentes y, cuando estábamos volviendo, recibí la tan esperada llamada. El director de la escuela me preguntaba si me podía presentar a trabajar. Le respondí que sí, ya casi con el bolso armado. Comencé a trabajar en julio, con clases grupales de niños. Pasó toda la temporada y, en el medio, empecé a interiorizarme en este mundo. Me enteré que existía una asociación argentina de instructores de esquí (Aadidess) y que tenía una carrera de instructorado”, sigue el instructor mendocino.

Sin pensarlo dos veces, Andrés se inscribió. La carrera consta de 5 niveles, pero habiendo completado hasta el tercero ya uno obtiene el título. “En mi primer nivel de instructor conocí a un gran amigo y compañero de trabajo, Lucas Guiñazú, persona importante en mi vida como instructor porque –además- me llevó a donde estoy ahora, trabajando en Aspen”, sigue Pipi.

Sus primeros pasos en Estados Unidos

La primera incursión de Andrés Martínez Giardini a Estados Unidos llegó de la mano de un programa de intercambio. La oportunidad de cumplir su sueño –y el de su familia- de poder esquiar en el Hemisferio Norte comenzaba a tomar forma. Así fue como, una vez que completó el primer nivel como instructor, consiguió la visa para poder trabajar en el centro de esquí Northstar, en la zona de Lake Tahoe (California). “La felicidad no era solo mía, sino también de mi papá, quien me hizo conocer el mundo del esquí”, acota.

A mediados de diciembre de 2016, Andrés viajó por primera vez a Estados Unidos y como parte de esta nueva vida. En total pasó 4 meses en el lugar, compartiendo sus días con otros jóvenes de distintos países y en medio de un pueblo hermoso, con un lago rodeado de montañas y con una gran cantidad de nieve. El instructor mendocino aprovechó su estadía, además, para recorrer la Ruta 1 (costera) y hasta visitar Napa Valley, una de las ciudades más importantes de la vitivinicultura en Estados Unidos y a nivel mundial. “No me había olvidado de mi otra pasión”, aclara.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

De regreso en Mendoza, ya en 2017, Pipi siguió con el instructorado y volvió a “hacer temporada” en Las Leñas. Y allí fue cuando, de la mano de Lucas Guiñazú y otro gran amigo (Julián Videla) comenzó a tomar forma la posibilidad de hacer realidad otro de sus grandes anhelos –y también de cualquier instructor de esquí-; viajar a Aspen. “Lucas me ofreció ir a trabajar a Aspen y, sin dudarlo, le dije que sí. Después de una entrevista, quede contratado. ¡Mis viejos no lo podían creer, no solo por mi felicidad sino porque ellos iba a poder conocer y esquiar allá!”, recuerda, y –como si viajase en el tiempo hasta volver a ese día- vuelve a emocionarse.

Un mendocino es Aspen

“Cuando llegue a esta hermosa ciudad, no lo podía creer. Todo era perfecto, todo funcionaba bien, y, a pesar de que no era la mejor temporada en cuanto a nieve, pude esquiar en uno de los paraísos de este deporte”, describe el propio Andrés Martínez Giardini –desde Aspen- al referirse a lo que sintió cuando pisó por primera vez el centro de esquí.

Su día a día lo llevó a codearse con gente famosa todos los días –no solo del ambiente del esquí, sino también estrellas del cine, la música y hasta personalidades políticas-. Y allí estaba el mendocino, trabajando como instructor y cumpliendo su sueño desde siempre. “Empecé a conocer mucha gente inolvidable, muchos profesionales de este deporte y me di cuenta que había llegado a uno de los mejores lugares del mundo para trabajar como instructor de esquí”, repite en voz alta. Así pasó la primera temporada de Pipi en Aspen en la que, por supuesto, sus padres fueron a visitarlo.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

La temporada 2018 – 2019 fue la segunda que llevó a Martínez Giardini a trabajar como instructor en medio de Las Rocosas. Allí fue empezó a tejer amistades y hasta pudo competir en la ISIA test, una competencia de Slalom Gigante que se realiza para instructores certificados. Cuando la temporada culminó, Pipi regresó a Argentina y pudo completar el nivel 3 del instructorado, lo que ya lo habilitaba a trabajar de manera certificada. La mala temporada de nieve en Mendoza lo llevó a cursar el nivel 3 en el Cerro Chapelco (San Martín de los Andes), por lo que –por primera vez- Martínez Giardini salía a esquiar en otro centro de esquí argentino que no estuviera en Mendoza (aunque ya con demasiada experiencia).

“Obtuve el título de instructor completo, que es validado internacionalmente y te abre las puertas para trabajar en los mejore centros del mundo. Llegando a finales del 2019, un nuevo Aspen se avecinaba, por lo que partí a una nueva temporada. Todo empezó muy bien y tranquilo, pero terminó de manera inesperada a nivel mundial: la pandemia. En febrero (ya de 2020) nuevamente mis padres y mis hermanos vinieron a visitarme. Estábamos todos juntos en Aspen, y compartiendo la pasión del esquí, que nos volvió a unir”, rememora.

La pandemia y el vino propio

En Aspen, al igual que en todo el mundo, marzo de 2020 llegó con una noticia shockeante: la pandemia de coronavirus. Muchos de los compañeros de trabajo de Andrés decidieron cambiar sus pasajes y volver a sus hogares antes del fin de la temporada –mediados de abril-, sobre todo si se tenía en cuenta que las reservas de hoteles y de clases estaban canceladas (luego, por el avance de la pandemia y la situación sanitaria, el centro de esquí cerró).

Esto empujó al instructor de esquí mendocino a regresar a Mendoza, lo que le permitió reencontrarse con su familia. Como para la humanidad en su conjunto, el 2020 fue atípico para Andrés: tras 8 inviernos consecutivos trabajando en la nieve, debió “frenar los esquíes”.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

“Disfruté de Mendoza como hacía mucho no lo hacía. Llegó septiembre y, en circunstancias normales, era el momento de comenzar a tramitar la visa de trabajo para volver a Aspen. Pero el Gobierno de Estados Unidos canceló esta posibilidad. Así que, después de años, me esperaba un verano en Mendoza”, sigue Pipi.

Este panorama terminaría por abrirle a Martínez Giardini una nueva oportunidad con su primera profesión, la de ingeniero agrónomo. Primero, trabajó en una empresa de diseño y construcción de jardines verticales y techos verdes. También para la vendimia 2021 trabajó en temporada y así fue como inició su emprendimiento de un vino propio, junto a 2 amigos. Así fue que nació Novato, un vino de autor que comenzó como un juego y algo de consumo propio hasta que se convirtió a ser un emprendimiento que actualmente se comercializa en toda Argentina.

Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.
Andrés, el mendocino que es instructor en uno de los centros de esquí más importantes del mundo. Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini. Foto: Foto: Gentileza Andrés Martínez Giardini.

De regreso al primer amor

El invierno 2021 trajo algo de “normalidad” en el contexto de pandemia, por lo que el instructor pudo hacer temporada en Argentina. Pero el invierno en Mendoza no fue el esperado, por lo que Pipi viajó –junto a dos amigos- a ttrabajar a Bariloche.

El final de la temporada de invierno en el Sur marcaba el comienzo de ella en el Norte y, con ello, la ilusión de regresar al centro de esquí en Estados Unidos. “El 4 de diciembre, con la visa renovada, pude viajar y volver a la montaña que tanto extrañé”, cierra Pipi, desde Aspen.