Multas de hasta un millón de pesos para el tráfico de hojas de coca hacia Jujuy

El decreto provincial regirá durante la emergencia sanitaria y epidemiológica.

Las hojas de coca decomisadas no pueden ser comercializadas, por lo tanto se prevé que los envoltorios a entregar por el Gobierno de Jujuy con un contenido de 50 gramos por persona, llevarán la advertencia de “prohibida su venta”.
Las hojas de coca decomisadas no pueden ser comercializadas, por lo tanto se prevé que los envoltorios a entregar por el Gobierno de Jujuy con un contenido de 50 gramos por persona, llevarán la advertencia de “prohibida su venta”.

Tal como había anunciado el gobernador Gerardo Morales en la presentación del informe N° 104 del Comité Operativo de Emergencias (COE), este martes se formalizó el decreto N° 1.149 del Poder Ejecutivo provincial por efecto del cual se dispone que toda persona que introduzca hojas de coca en todo el territorio de la Provincia de Jujuy durante la emergencia sanitaria y epidemiológica vigente, será pasible de multas que van desde los 40 mil hasta un millón de pesos.

La drástica medida guarda relación con la ola de contagios con Covid-19 desatada las semana pasada y que llevó el registro oficial a 51 casos detectados hasta el mediodía de este martes.

Después que tomara estado público que dos efectivos de la Policía de la Provincia habían contraído el coronavirus Covid-19 y cobraran fuerzas las especulaciones de que se habrían contagiado durante su presencia en la ciudad de La Quiaca semanas atrás, paralelamente por las redes sociales se vinculaba esa situación con presuntas maniobras de contrabando de hojas de coca.

Como se sabe, ese producto llega a Jujuy procedente de Bolivia con ingreso mayormente por La Quiaca -a 284 km de San Salvador de Jujuy-, y si bien en la Argentina está legalizado el consumo de la hoja de coca para la práctica conocida popularmente como "coqueo", paradójicamente está prohibido su ingreso, como también su cultivo.

LA PAZ (BOLIVIA) - Una vendedora de hoja de coca descansa en el mercado de Villa Fátima, la principal central de abastos de hoja de coca en La Paz. EFE/Rodrigo Sura
LA PAZ (BOLIVIA) - Una vendedora de hoja de coca descansa en el mercado de Villa Fátima, la principal central de abastos de hoja de coca en La Paz. EFE/Rodrigo Sura

La Quiaca colinda en el punto limítrofe internacional con la localidad boliviana de Villazón, cuya población desde hace unas semanas es presa de una explosión de casos de Covid-19. En línea con esto, la mirada de las investigaciones epidemiológicas y policiales se puso entonces sobre esas presuntas maniobras de tráfico ilegal de coca, sospechas reforzadas por el resultado de un operativo de la Gendarmería Nacional que permitió descubrir en la Puna un cargamento ilícito de hojas de coca que era transportado en un móvil de la Policía de Jujuy.

Frente a este panorama, el Gobierno denunció penalmente ante la Justicia provincial a los dos efectivos policiales que al estar infectados con Covid-19 provocaron una ola de contagios y se sospecha que esa transmisión se produjo entonces en el marco de un presunto contrabando de hojas de coca.

En los considerandos que fundamentan el decreto 1.149 que pone en vigencia la drástica medida de sancionar el tráfico de hojas de coca, el Estado Provincial sostiene que "la gravedad de propagación y peligro son mayores cuando se trata de supuestos dolosos como el caso específico de la introducción de hojas de coca, pues, aunque el consumo personal no aparezca descripto y reprimido por tipos penales, se provoca un movimiento de personas involucradas, que en la práctica reportan peligro flagrante con riesgo de eclosión de sistema de salud exponiendo a niveles de mortalidad que debe prevenirse y evitarse".