Un centenar de incendios forestales azotan Canadá y provocan miles de evacuaciones

Cerca de 30.000 personas han sido evacuadas. El Gobierno provincial declara el estado de emergencia para proteger la integridad y la salud de la población.

Canadá bajo fuego: la crisis climática ya llegó
Canadá bajo fuego: la crisis climática ya llegó Foto: Instagram

La provincia canadiense de Alberta (ubicada al oeste del país) enfrenta desde el fin de semana una ola de incendios forestales que están generando graves perdidas económicas y sociales.

Hasta el momento se evacuaron más de 30.000 personas y Danielle Smith, primera ministra de Alberta, declaró el estado de emergencia a modo de garantizar “la seguridad, la salud y el bienestar” de los habitantes de la provincia a causa de una situación que catalogó como “sin precedentes”.

Más de 100 focos de incendios en Canadá
Más de 100 focos de incendios en Canadá Foto: Instagram

Smith pidió apoyo a otros cuerpos de bomberos provinciales. Personal de Manitoba, Quebec y Ontario se encuentra ya en el terreno para combatir las llamas. Esta semana se espera la llegada de otro contingente proveniente de Nueva Escocia y Nuevo Brunswick.

Los distritos más afectados por los incendios son Drayton Valley, Big Lakes, Yellowhead y Parkland. La situación inquieta sobremanera en 15 reservas indígenas.

Danielle Smith anunció este lunes que se otorgará una ayuda económica a las personas que hayan sido evacuadas de sus hogares durante siete o más días. Cada adulto podrá recibir 1.250 dólares canadienses (unos 935 estadounidenses). También habrá un pago adicional de 500 dólares (375 del país vecino) por cada menor a cargo.

Esta provincia canadiense, una de las mayores regiones productoras de petróleo y ha estado experimentando una primavera seca y calurosa. Las temperaturas aumentan por la crisis climáticas y las precipitaciones disminuyeron a nivel históricos. “Con tanta leña, bastan unas pocas chispas para prender unos incendios forestales realmente aterradores”, indicó la primera ministra.

En los últimos años, el oeste de Canadá se ha visto azotado repetidamente por fenómenos meteorológicos extremos, cuya intensidad y frecuencia han aumentado debido al calentamiento global.