Tras brillar en el fútbol argentino y dejar una huella imborrable en Boedo, hoy la vida de uno de los ídolos de San Lorenzo es completamente diferente.
Mario Rolando Escudero, exfutbolista y figura clave en el San Lorenzo de 1995, es un claro ejemplo de cómo la carrera de un deportista puede estar llena de sorpresas y giros inesperados.
Roly Escudero y su legado en el fútbol
Escudero debutó en San Lorenzo a los 21 años y rápidamente se convirtió en un referente del equipo. Su momento de gloria llegó en 1995, cuando fue parte fundamental del plantel que, bajo la dirección de Héctor “Bambino” Veira, conquistó el Torneo Clausura, rompiendo una extensa sequía de títulos en el club.
Luego de su paso por San Lorenzo, el mediocampista continuó su carrera en el ascenso, jugando en equipos como Nueva Chicago y Brown de Adrogué. Aunque se alejó momentáneamente del fútbol profesional, su amor por el deporte lo llevó a aceptar una oferta para jugar en el Argentino C con el club San Carlos de Capitán Sarmiento.
Finalmente, en 2014, decidió retirarse del fútbol a los 43 años tras más de dos décadas de trayectoria.
Su nueva vida como piletero y parrillero en Capitán Sarmiento
Tras su retiro, Escudero encontró un nuevo rumbo en Capitán Sarmiento, donde comenzó a trabajar en el mantenimiento de piletas. Lejos del fútbol de alto nivel, logró reinventarse y ganarse el reconocimiento en una faceta completamente distinta.
Pero su talento no se limitó a las canchas ni al cuidado de piletas. Otra de sus grandes pasiones es la cocina, especialmente la parrilla, lo que lo llevó a participar en diversos festivales gastronómicos de la zona.
