La UNESCO declaró al chamamé como un Patrimonio de la Humanidad

“Es un honor que el mundo reconozca a nuestra máxima expresión artística”, dijo el gobernador de Corrientes.

En las últimas horas, la el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, se reunió y en ella decidieron declarar al chamamé como Patrimonio de la Humanidad.

La asamblea se realizó este miércoles a las 9 en el Teatro Oficial Juan de Vera, donde participaron funcionarios locales, mientras que los principales exponentes del género podían visualizar el encuentro desde una pantalla gigante de la 15ª reunión del Comité que se realizó de forma virtual.

En la misma se resolvió decretar a la música correntina como un Patrimonio de la Humanidad. Sobre esto, el Gobernador de la provincia, Gustavo Valdés habló a ravés de Twitter: “Es un honor que el mundo reconozca con este galardón a nuestra máxima expresión artística”.

Hoy resuena en todo el mundo el sapucay de #Corrientes, fluye por el Paraná y en la sangre de toda su gente. ¡El Chamamé es Patrimonio de la Humanidad! 🎉 🎼 pic.twitter.com/HWDvcMgqXy

— Gobierno de Corrientes (@CorrientesGob) December 16, 2020

La postulación de este ritmo y danza del norte argentino, se dio en el 2018, sin embargo, la XIII Asamblea de la Unesco objetó la propuesta, cuando el Comité Evaluador, una instancia previa a la Asamblea, consideró que faltaban algunas cuestiones técnicas.

No obstante, la resolución votada este miércoles le abre las puertas al chamamé para seguir siendo cultura para todos y conquistando nuevos públicos en distintas partes del mundo.

“El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos”, dice la UNESCO al explicar su propia categoría.

Sobre el chamamé, se sabe que es un género musical muy popular en lo que se conoce como área guaranítica, la región que va del Mato Grosso do Sul en Brasil a Paraguay y parte de Uruguay. Se trata de la zona donde se asentaron las misiones jesuíticas que le dieron forma en diálogo con la cultura guaraní, española, africana y judía.