David Quevedo, el joven guardavidas que salvó la vida de Baltazar junto al Sargento Luján

Además, dos días atrás había rescatado junto a un amigo, a dos niños que se estaban ahogando en el río.

David Quevedo, el otro ángel de Baltazar.
David Quevedo, el otro ángel de Baltazar. Foto: La Estafeta Online

Historias como estas nos conmueven, nos hacen valorar la vida y a las personas. Luego de que se conociera el episodio que involucró al policía Germán Luján, quien le salvó la vida a un bebé llamado Baltazar, en pleno partido de fútbol este domingo, también le debemos el reconocimiento a David Quevedo, o  “Trucha” como le dicen sus amigos.

Sargento Germán Luján, el héroe de Baltazar.
Sargento Germán Luján, el héroe de Baltazar. Foto: Policía Punilla

David fue uno de los “ángeles” que ayudó a estabilizar a Baltazar, con las maniobras de primeros auxilios estas Pascuas en San Antonio de Arredondo. El joven guardavidas es residente de Carlos Paz, juega al fútbol y estuvo ahí, como quería el destino, para darle otra oportunidad al pequeño.

Fue muy fuerte tenerlo en brazos. La gente gritaba desesperada, pero por suerte con Germán lo pudimos hacer volver. Cuando la Policía se lo llevó al Hospital la gente lloraba y nos aplaudía. Recién cuando terminó el partido tomamos conciencia de lo que había pasado y nos sentimos muy orgullosos de lo que habíamos hecho”, relató David a La Estafeta Online.

Guardavidas. Foto ilustrativa.
Guardavidas. Foto ilustrativa. Foto: Municipalidad de Carlos Paz

Además de atravesar por ese momento, el guardavidas vivió otro rescate el viernes pasado, de pura casualidad.  “El viernes fui a subir a la cruz con un compañero que también es guardavidas y cuando volvíamos le digo de ir al río. A los cinco segundos de llegar escuchamos unos gritos y vemos que dos chicos de entre 10 y 12 años se estaban ahogando. Mi compañero salió corriendo, me pega el grito y voy atrás. Nos tiramos: él pudo sacar a uno y yo al otro”, contó David.

“La verdad que fueron días muy locos, que no me los olvido nunca más en mi vida. A mi vieja se le pone la piel de gallina cuando lo hablamos, pero tanto mi familia y amigos están orgullosos. Son situaciones que nadie busca, pero por suerte nos pudimos concentrar en el momento y mantener la calma para resolverlas”, concluyó.