Sheila: el tío irá a juicio por femicidio y la tía será juzgada como coautora del asesinato

El juez Mariano Grammatico aceptó el pedido que había realizado el fiscal que investiga la muerte de la nena de 10 años. 

La tía de Sheila se despegó del crimen y complicó a su marido
La tía de Sheila se despegó del crimen y complicó a su marido

Mariano Grammatico, el juez de General San Martín, la jurisdicción que tiene a cargo la investigación por el crimen de Sheila Alejandra Ayala, convirtió la aprehensión de los tíos de la nena de 10 años y se conoció que ambos deberán afrontar juicio como coautores del crimen.

Este lunes, el fiscal Gustavo Carracedo, le pidió al magistrado la detención formal de Fabián González Rojas, de 24 años, y Leonela Ayala, de 25, al determinar que ambos fueron coautores del asesinato. Consideró González Rojas tiene que ser acusado como coautor del delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por tratarse de un femicidio".

Mientras que Ayala, que es hermana del padre de la víctima, está acusada por el delito de "homicidio agravado por alevosía" en calidad de coautora. Como Grammatico aceptó el pedido del fiscal, la detención de ambos será formalizada y deberán someterse a un juicio oral, informó Todo Noticias. 

Los datos del fiscal

En el escrito que elevó el fiscal, al que tuvo acceso Todo Noticias, se argumentó que los médicos indicaron que las heridas encontradas en el cuerpo del acusado son "típicas de una defensa". A su vez, el letrado indicó que en el departamento de los tíos, ubicado en el barrio de Villa Trujui, encontraron más evidencias que los implicarían en el ataque, como por ejemplo la ropa de la nena.

"En el documento, Carracedo remarcó que todo sucedió en la vivienda de los acusados, desde el domingo que desapareció Sheila hasta el martes pasado. Los médicos señalaron que durante los días que Sheila estuvo con vida, sus agresores no le dieron de comer", destacó el sitio en su análisis.

Además, indicó que los tíos de Sheila depositaron los restos de la pequeña en una bolsa de consorcio y la cerraron de manera hermética. Cuando se vieron acorralados por la policía, que comenzó a pasar casa por casa del barrio para buscar algún rastro de la nena, la tiraron al vacío.