Los "swing states", clave para definir al ganador de las elecciones en Estados Unidos

Se trata de estados bisagra, donde no hay previamente una clara definición por un candidato u otro.

Elecciones en Estados Unidos. (EFE).
Elecciones en Estados Unidos. (EFE).

En Estados Unidos, los dos grandes partidos (republicanos y demócratas) cuentan con bastiones tradicionales que elección tras elección se decantan por su candidato a la Casa Blanca, pero hay otros donde el electorado no es tan fiel. Son precisamente estos, a los que se conoce como "swing states" o "estados bisagra", los que decantan la balanza para un lado u otro.

Su importancia radica principalmente en el hecho de que la elección del presidente no es directa, sino que lo que votan los ciudadanos es a sus representantes en el Colegio Electoral, que a la postre será el que elija al presidente. Cada estado cuenta con un número de representantes en función de su población.

La victoria en uno de estos estados, aunque sea por un puñado de votos, puede ser determinante, como ocurrió en las elecciones del 2000, cuando el republicano George W. Bush se terminó llevando la Presidencia tras lograr la victoria en Florida por solo 537 votos, previo paso por el Tribunal Supremo, y con ello el número suficiente de compromisarios en el Colegio Electoral.

El uso de este término lo acuñó en 1936 el "New York Times" durante la campaña de Franklin D. Roosevelt, pero no fue hasta las ajustadas elecciones de 2000 cuando comenzó a cobrar fuerza y los "estados bisagra" se convirtieron en el principal foco de interés no solo de los candidatos, sino también de la prensa.

En general, expertos y medios coinciden este año en que los "swing states" son Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Florida. De entre todos estos estados, sin duda el que más importa es Florida, ya que en juego están 29 de los compromisarios del Colegio Electoral.

Tal y como están las cosas, con Joe Biden con una ventaja de unos 10 puntos a nivel nacional, si Donald Trump aún quiere dar la campanada, sus opciones pasan en gran medida por Florida.

Según FiveThirtyEight, si el candidato demócrata gana en Florida sus opciones de conseguir la mayoría en el Colegio Electoral aumentan un 99 por ciento, mientras que en el caso de Trump, solo aumentarían en un 39 por ciento.

El segundo de estos estados más codiciado es Pensilvania, ya que otorga 20 compromisarios. El estado natal de Biden, quien luego creció en Delaware, fue para Trump en 2016, pero no por una contundente mayoría y ahora el candidato demócrata parece partir con ventaja para alzarse con la victoria, entre otras cosas gracias al mayor peso demográfico que tienen ciudades como Pittsburgh y Filadelfia.

Por lo que se refiere a Michigan, quien gane en este estado se llevará 16 votos en el Colegio Electoral.

Los expertos creen que Biden tiene bastantes opciones de imponerse en este estado, más después de que hace unas semanas el FBI evitara un plan para secuestrar a la gobernadora, la demócrata Gretchen Witmer, por parte de miembros de un grupo de extrema derecha.