El Jefe de Gendarmería en Esquel, Juan Escola, habló por primera vez y dijo que "no estuvimos ni cerca de detener a nadie" el 1° de agosto. Ese fue el día en que la fuerza desalojó un predio tomado por mapuches, donde supuestamente estaba Santiago Maldonado.
Bajo su supervisión transcurrieron las acciones que más de 20 horas después desembocaron en la denuncia que hoy conmueve al país. Algunos lo señalan como el principal responsable de haber capturado a Maldonado, para después meterlo en una camioneta que se marchó del Pu Lof con dirección a Esquel.
"El 1 de agosto no detuvimos a nadie, no matamos a nadie, no estuvimos ni cerca de detener a alguien. Duermo tranquilo, actuamos correctamente", dice en una entrevista con Clarín.
De acuerdo a su versión, él y un equipo de diez gendarmes de Esquel, y 21 de El Bolsón, entraron a Cushamen. Tomó la decisión después de que dos agentes resultaron heridos de gravedad sobre la ruta 40 ante una lluvia de piedrazos impulsada por unas 20 personas. "Fracturado, sangrando y todo, un gendarme avanzó conmigo, no se dio cuenta de sus heridas de la tensión que teníamos. Eso fue como a las 11,30. Ibamos lento y muy pesado, con el chaleco antibalas, con los cascos, los borceguíes. El suelo era arcilloso, muy incómodo", detalló.
"No íbamos armados con armas 9 milímetros, ningún arma de guerra fue usada", explicó. Y agregó: "Nunca estuvimos a menos de 40 metros. Tampoco me esperaba que corrieran hacia el río, pensé que se iban a escapar por los costados. Iban rápido, no le seguíamos el paso. Nuestro equipo pesa unos 7 kilos en total ¿cómo íbamos a hacer para capturarlos?".