Hernán Lacunza habló del límite de compra de dólares y rechazó riesgos de un corralito

Al mismo tiempo reconoció que las medidas son "antipáticas" pero se trata de un "medida preventiva".

Hernán Lacunza.
Hernán Lacunza.

Luego de los anuncios económicos del domingo, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza estuvo en Periodismo para Todos junto a Jorge Lanata: habló del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y reconoció que las medidas son "antipáticas".

"Creo que esta semana no puede haber una corrida sobre el dólar", dijo el Ministro y al mismo tiempo sostuvo que se trata de un "medida preventiva" y que "el tipo de cambio actual ya es alto".

"Hay una realidad que no podemos negar. Del 12 de agosto para acá hubo un cambio evidente. El riesgo país subió de 900 puntos a 2000. El dólar pasó de 45 a 55. No es cierto que el Banco Central especuló por orden del Presidente", remarcó y respondió, sin nombrarlo, a los dichos de Martín Redrado, que sugirió que el tipo de cambio "había saltado por orden de Macri".

En cuanto a la posibilidad de que aparezca un tipo de cambio paralelo con las restricciones que se aplicaron a la moneda estadounidense, Lacunza señaló que "puede ser que aparezca [...] Pero eso es economía informal, no tiene por qué trasladarse a los precios".

Al momento de referirse a las condiciones que se aplicaron a las exportadoras al acelerar el plazo para liquidar divisas y que todas las compañías deben pedir autorización para girar divisas al exterior, el Ministro señaló que "se trata de un control de capitales".

Lanata le preguntó sobre la posibilidad de que se produzca un "corralito", lo negó sosteniendo que "están los recursos".

"El desafío es que, pase lo que pase, gane quien gane la elección, es estacionar el barco en el muelle el 10 de diciembre, no antes. Preferimos pecar de exagerados que de escasos. Es una medida preventiva para reservar los recursos para los depositantes y que el tipo de cambio no suba", remarcó.

Al mismo tiempo reconoció que "no son medidas típicas de un pais normal, son medidas incómodas". "Creemos que un país tiene que tener libertad para cambiar las zapatillas celestes por las verdes y comprar todo lo que quiera. Pero si no lo hacemos, y el tipo de cambio sube descontroladamente, las consecuencias van a ser peores ya que sube la inflación y la pobreza. Son medidas incómodas pero necesarias para evitar daños mayores", insistió.