El 28 de julio de cada año se celebra el “Día Mundial contra la Hepatitis” con el objetivo de concientizar sobre las hepatitis víricas, que inflaman el hígado y provocan diversas enfermedades graves. El lema de este año es “La hepatitis no puede esperar”, haciendo hincapié en la necesidad urgente de actuar para eliminar esta enfermedad.
Desde el Programa Provincial de VIH/ITS y Hepatitis Virales se destacó la importancia de la vacunación y el diagnóstico oportuno para prevenir, curar y/o controlar esta patología.
La hepatitis es una enfermedad producida por un virus que provoca inflamación en el hígado. A veces no presenta síntomas hasta varios años posteriores a la infección, pero para entonces el hígado puede estar severamente dañado.
Los virus de las hepatitis A y E se transmiten por agua contaminada, mala higiene de los alimentos y falta de saneamiento. La hepatitis B, C y D se transmite a través de la sangre, el semen y otros líquidos corporales.
Ruiz Cardona explicó que: “los tratamientos para la hepatitis B crónica y para curar la hepatitis C son seguros y altamente efectivos. El tratamiento de las hepatitis B y C previene la necesidad de trasplante, el desarrollo de cirrosis y cáncer de hígado y disminuye la mortalidad global”.
Con respecto a la prevención, la profesional señaló que: “es fundamental el uso de un método de barrera como el preservativo, campos de látex, guantes o dediles en todas las relaciones sexuales (anales, orales y vaginales). Es la medida más efectiva para prevenir las hepatitis virales y cualquier infección de transmisión sexual”.