Pesadilla en Rosario: les abrieron el auto, sacaron llaves y fueron a robarles al domicilio

La pareja cree que los delincuentes averiguaron la dirección por papeles que había en el vehículo y advierte que es una modalidad cada vez más común.

El empezó en la zona de la Fluvial y terminó en el domicilio de las víctimas.
El empezó en la zona de la Fluvial y terminó en el domicilio de las víctimas.

Lo que iba a ser una tarde de descanso se convirtió en una pesadilla para una pareja que dejó su auto estacionado en la zona de La Fluvial, en la costanera de Rosario; pues delincuentes rompieron la ventanilla, les robaron la llave de la casa, averiguaron la dirección y entraron al domicilio.

Todo sucedió el viernes por la tarde, cuando Javier y su novia se aprestaban a pasar una tarde en el río, aprovechando la jornada de calor. Tras estacionar su auto en la zona de La Fluvial, y dejarlo al cuidado del “trapito” que siempre merodea por el lugar, la pareja cruzó a la isla sin siquiera imaginar lo que iba a suceder.

Según el testimonio del cuidacoches, cerca de las 18 escuchó un estallido de vidrios cerca del auto. Cuando se acercó, una persona que iba en otro vehículo descendió con un arma y lo amenazó, por lo que el joven huyó e intentó avisar a la guardería náutica de la situación. Sin embargo, cuando llegaron al lugar, los delincuentes ya se habían ido.

Los delincuentes les robaron las llaves del auto y entraron a su casa

Lo que parecía un simple robo de las pertenencias del vehículo se convirtió en algo mucho más grave cuando los propietarios se dieron cuenta que faltaban las llaves de la casa. Según se especula, los delincuentes revisaron los papeles que había dentro del auto y averiguaron el domicilio de la pareja. Inmediatamente se dirigieron al lugar.

La situación quedó registrada por las cámaras de seguridad de ingreso al edificio. Allí se aprecia que alrededor de las 19 horas uno de los delincuentes toca timbre para corroborar que no hubiera nadie en la casa. Posteriormente, comienza a probar las llaves del juego hasta que da con la que abre la cerradura.

El delincuente ingresó al edificio y le dio acceso a un cómplice, que luego dejó pasar a un tercero. “En mi casa fueron directo a la habitación y revolvieron todo. En el living no revisaron nada y en la pieza de los chicos tampoco. Se llevaron una mochila con relojes, cadenitas y aros de mi esposa”, explicó el propietario. “Cuando estábamos llegando a casa, mi mujer se dio cuenta de que le faltaba la llave y entonces le di la mía. Cuando subió vio la puerta abierta y ahí se dio cuenta”.

Según pudieron averiguar las víctimas, la modalidad es cada vez más común en esa zona.