Violencia obstétrica: un médico le ligó las trompas a una mujer por error en un hospital de Mendoza

La mujer dio a luz por cesárea y luego el médico le realizó la práctica que la dejó estéril. El galeno podría recibir una pena de 2 años de cárcel y 4 de inhabilitación.

Un médico le ligó las trompas por error a una mujer después de una cesárea. Foto: Web
Un médico le ligó las trompas por error a una mujer después de una cesárea. Foto: Web

Un médico obstetra de 72 años del hospital Español podría ser condenado con 2 años de cárcel y quedar inhabilitado de sus funciones luego de practicarle a una paciente un parto por cesárea programado en donde le ligó las trompas por error, dejándola estéril.

Desde la Fiscalía Correccional y la representante de la denunciante piden condena y suspensión de matrícula para Juan Ignacio Arpedoni Trímboli (72). La sentencia está pautada para el 22 de septiembre.

Un hecho de violencia Obstétrica

La madre, una mujer que tiene actualmente 41 años y que al momento del hecho tenía 38, le había confiado previamente al médico que quería tener otro hijo. No obstante, el galeno le ligó las trompas tras la cesárea y después le confesó de su equivocación. “Metí la pata”, “Me equivoqué de paciente”, le dijo.

Luego, durante el tratamiento del caso, el juez penal Diego Flamat escuchó los alegatos de las partes contra el acusado, Juan Ignacio Arpedoni Trímboli (72).

El fiscal Tomás Guevara, representando al Ministerio Público Fiscal, solicitó para el obstetra una pena de 2 años de prisión en suspenso e inhabilitación por 4 años para ejercer la profesión.

Mientras que la abogada Agustina Maddiona, representado a la denunciante, pidió que se condene a 3 años de cárcel en suspenso y 4 de inhabilitación para trabajar.

En tanto que el abogado defensor se inclinó por la absolución por tratarse de un estado de necesidad.

¿De qué se lo acusa?

Arpedoni es juzgado por “lesiones gravísimas culposas”, delito que tiene penas de van de los 3 años a un mes de prisión. Además, en el fuero civil enfrenta una demanda por daños y perjuicios, junto al Hospital Español, donde se produjo el grave error.

Para la abogada de la víctima, se trata de un caso de violencia obstétrica ya que atenta contra el derecho sexual reproductivo de la mujer, algo que está calificado por la Ley de Violencia de Género como una forma de agresión hacia la mujer.

Durante el debate declaró la paciente, su pareja, la médica ayudante, el anestesista y el ecógrafo, entre otros testigos.

¿UNA OPERACIÓN QUE NO HABÍA SIDO SOLICITADA?

Según consta en el expediente se trató de un parto normal y la niña nació en perfecto estado de salud; la madre estaba consciente durante la intervención quirúrgica, al punto que tras el nacimiento, le dio un beso a su beba.

Al día siguiente, el obstetra habría agregado a la historia clínica el parte quirúrgico donde habría sostenido que hizo la ligadura de trompas para evitar futuras complicaciones prenatales.

Después, cuando el fiscal Guevara investigó la denuncia, habría sostenido que la paciente, tras el parto, mostraba un sangrado abundante y que corría riesgo su vida, que no constaría en la historia clínica.

La cesárea programada se realizó el 28 de septiembre del 2020. Cuando la paciente dio a luz a una niña, notó que el médico se demoraba. La mujer sintió que el profesional tironeaba, al tiempo que comenzó a sentir olor a quemado y dolor, algo que no había sentido antes con su primera hija, 17 años antes.

El médico le decía que se quedara tranquila, que ya estaba por terminar, mientras hablaba con una doctora que lo asistía. El médico finalmente terminó y salió de la sala y la médica le mostró a la paciente dos bolitas, indicándole que esa era la prueba de que se había realizado el trabajo, es decir, la ligadura de trompas.

Ante el asombro de la mujer la médica, le explicó que habían cauterizado y la mujer comenzó a preguntarle por qué lo habían hecho si no lo había solicitado. Entonces la médica salió de la sala, volvió a entrar y le comunicó que Arpedoni le iba a explicar la situación a su marido.

Luego, al sacarla de la sala en camilla, el médico le tomó una mano, la besó y le dijo: “Nena, metí la pata. Disculpame, pensé que eras otra paciente, me equivoqué de paciente”. Además, en ese momento, le preguntó la hora y habría ensayado una suerte de disculpa, agregando “que lo había hecho por todos mis problemas anteriores”.

En la denuncia la paciente declaró que “nadie me consultó ni me informó nada respecto a la ligadura; de hecho mi proyecto era dejar pasar un año para volver a buscar un bebé, el doctor tomó una decisión sobre mi cuerpo que no le correspondía y sin mi consentimiento, puesto que en todo momento estuve consciente.”