Clases presenciales en las universidades: colectivos colapsados y estudiantes que no quieren seguir usando barbijo

La presencialidad volvió a las universidades de la provincia y los estudiantes piden que para ellos también sea opcional el uso de barbijo dentro del establecimiento.

Clases presenciales en las Universidades de Mendoza. El barbijo es optativo, pero no de manera formal. 
Imagen ilustrativa de estudiantes de la UNC.
Fotografía José Gabriel Hernández / La Voz
Clases presenciales en las Universidades de Mendoza. El barbijo es optativo, pero no de manera formal. Imagen ilustrativa de estudiantes de la UNC. Fotografía José Gabriel Hernández / La Voz Foto: José Hernandez

Después de un año de clases virtuales en las universidades de Mendoza y de un año de practicar una bimodalidad en varios establecimientos educativos esta semana las clases presenciales volvieron a varias facultades. Con colectivos llenos y el pedido de los estudiantes sobre el uso del barbijo los matriculados empezaron el ciclo lectivo 2022.

El tapabocas continua siendo una incomodidad para varios mendocinos. A pesar de llevar dos años usándolo no falta el “me olvidé el barbijo” antes de salir de casa o la queja cuando viene el transporte público y hay que volverlo a utilizar. Si bien este elemento es una gran barrera de protección ante el coronavirus, los estudiantes tomaron otras precauciones durante este tiempo para estar más tranquilos en la facultad.

La gran mayoría optaron por vacunarse desde que inició el período de vacunación en la provincia hasta la actualidad. En promedio por aula más del 80% del alumnado cuenta con al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19.

“Decidimos vacunarnos porque es una tranquilidad para nosotras y para los demás. Fuese obligatorio o no en la facultad nosotras venimos a cursar tranquilas porque sabemos que estamos protegidas”, comentaron estudiantes de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales a Vía Mendoza.

En las aulas de la FCPYS los estudiantes optan, en su mayoría, por no usar barbijos a pesar de la gran multitud de personas que se presentan en los espacios cerrados. “Yo creo que el miedo ya se fue, y sabemos que si nos contagiamos de algo hay que aislarse y listo. Es incómodo tener que respirar de las 15 hasta las 20 horas con el barbijo. Además si querés participar no se escucha mucho”, comentó Carla Carrizo, estudiante de Comunicación Social.

Muchos universitarios consideran una pantomima usar barbijo solo para subir al colectivo.
Muchos universitarios consideran una pantomima usar barbijo solo para subir al colectivo. Foto: Misiones Online

Por otro lado, Mariano Contreras indicó que “en otros niveles de educación los estudiantes tienen la posibilidad de elegir si quiere usar o no esta barrera de protección, con nosotros debería ser igual. Si bien los docentes no nos dicen nada, creo que es más una cuestión de formalidad”.

En otras facultades como la de Ingeniería, la de Ciencias de la Educación, Filosofía y letras y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo tienen como protocolo que cada docente tome la decisión de pedirle a los alumnos usar o no barbijo dentro del aula. Este procedimiento es similar a los niveles primario y secundario de tapabocas optativo.

Colectivos colapsados, pero con tapabocas

Durante estos dos años quedaron establecidos varios protocolos de protección para el Covid-19. Demás de los barbijos y posteriormente de la vacunación, la distancia social siempre fue uno de los factores que siempre se marcaban para no tener contacto estrecho con las personas.

En Mendoza, con la vuelta de la presencialidad es un factor que no se puede respetar a la perfección en los colectivos. Las líneas directas que van a la UNCuyo optan por subir a la mayor cantidad de estudiantes posibles antes de tener en cuenta este factor.

“No tiene mucho sentido no tener el barbijo mientras estamos esperando el micro junto a 10 o 15 personas o en las clases de la facultad y que en el colectivo si. Muchas veces no se pueden abrir ni las ventanas y es asfixiante. Creo que, por más que sea un espacio cerrado el uso discontinuo del tapabocas hace que pierda su efectividad”, comentó León García, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas.