¡Amigas de verdad! La elefanta Guillermina ya encontró una compañera con quien compartir momentos

Luego de la muerte de su mamá Pocha, la pequeña elefanta mendocina, que fue trasladada a un santuario a Brasil, logró adaptarse y hacer una nueva amiga.

La elefanta Guillermina eligiendo su alimento en el Santuario de Elefantes de Brasil.
La elefanta Guillermina eligiendo su alimento en el Santuario de Elefantes de Brasil. Foto: Diario Uno

Guillermina, la elefanta que vivió en cautiverio 23 años en el ex Zoológico de Mendoza, vive ahora en un santuario en Brasil y paulatinamente se está adaptando a su nuevo hábitat. Su mamá Pocha, que también fue trasladada con ella, murió hace poco más de tres meses. A pesar del doloroso duelo, la elefanta pudo vincularse con otros compañeros y hacer una nueva amiga con quien se la vio compartiendo la cena.

Según los especialistas, todo indica que Guillermina pudo atravesar el duelo luego de la pérdida de su madre. Ambas vivieron en cautiverio en el ex Zoológico de Mendoza; lugar que se convertirá en un Ecoparque. Ahora, la vida de Guillermina cambió rotundamente, pero poco a poco se está habituando a su nuevo hogar.

La elefanta Guillermina junto a su mamá Pocha.
La elefanta Guillermina junto a su mamá Pocha. Foto: Diario Uno

El santuario está ubicado en la selva del Mato Grosso, en San Pablo. Allí Guillermina conoció a Maia, una elefanta que ya se encontraba ahí cuando llegó. Maia tiene un carácter bastante particular, pero eso no le impidió entablar rápidamente relación con la mendocina.

Cómo comenzó la amistad entre Guillermina, la elefanta mendocina, y Maia

Según el sitio oficial del Santuario de Elefantes, los especialistas contaron que durante la temporada de lluvias, cuando los elefantes pastan mucho, los entrenadores tratan de mezclar las cosas y no siempre alimentarlos a lo largo de la cerca.

Guillermina junto a su nueva amiga Maia.
Guillermina junto a su nueva amiga Maia. Foto: Diario Uno

“El otro día, la ubicación de Maia y Guille presentó la oportunidad perfecta para alimentarlos lejos de la valla y debajo de unos árboles. Scott (uno de los entrenadores) dejó primero la comida de Guille, a la que ella se dirigió de inmediato, y luego Maia bajó caminando por el sendero, pasando por delante de su comida, y fue directamente hacia Guille y su cena”, comentaron en la página oficial.

“Para entonces, la mayor parte de la comida de Guillermina se había acabado, pero quedaba algo de heno, que compartieron. Finalmente, Maia caminó hacia donde Scott había colocado su cena y Guille la siguió unos segundos después. Maia tiende a ser bastante cuidadosa con su comida y bloqueará a otros para que no se acerquen levantando una pata o pateando suavemente la nariz del elefante que husmea. Pero en este caso, permitió que Guille compartiera tranquilamente su montón de comida. Guillermina no solo disfrutó de su propia cena con Maia, sino que Maia se dio la vuelta e hizo lo mismo con Guille. Si bien este es definitivamente un comportamiento atípico, fue un desarrollo interesante y, lo mejor de todo, una interacción tranquila y ligera”.

Cuentan también que Guille trae consigo una actitud juguetona que podría deberse a su juventud, o simplemente podría ser parte de su personalidad. Quieren aprender más a medida que crezca y se instale con los otros elefantes con el tiempo.

Sin embargo, dicen que a veces su energía puede hacer que algunos elefantes se sientan atraídos hacia ella, como Bambi o Maia, o puede parecer demasiado para otros, como Lady, Mara o Rana. De todos modos, comentan que todo es parte de quién es ella y siempre que lo que haga se mantenga en el espíritu del juego.