Quilmes se metió en el mundo del vino y compró una bodega

Se quedó con Dante Robino, el establecimiento ubicado en Perdriel.

Quilmes brindó con un buen vino el contrato de compra de bodega Dante Robino en Mendoza, dueños de un portafolio de varias marcas que ya son reconocidas en el mercado como Dante, Capriccio, Novecento, Atelier y otras de exportación.

"La industria del vino y la de la cerveza son complementarias. Creo que al vino le va a pasar lo mismo que pasó cuando aparecieron las cervezas artesanales, esto obligó a la industria a reinventarse y tratar de seguir creciendo", sostuvo Martín Ticinese presidente de Cervecería y Maltería Quilmes, compañía que forma parte del grupo Anheuser-Busch InBev.

La bodega que pasó a manos de Quilmes, junto con un predio de 5 hectáreas con viñedos, está en Perdriel, en Luján de Cuyo.

La empresa se comprometió a mantener los 74 empleados con los que hoy cuenta y los vinos seguirán a cargo de María Soledad Buenanueva.

"Hoy la bodega tiene en el mercado interno menos del 1% del share, nuestra idea es duplicarlo, en los próximos dos años. Por supuesto, en el largo plazo me animaría a decir que liderar", comentó a Los Andes, Ticinese.