Caracol africano se disemina en barrios de Iguazú

El caracol Achatina fulica es considerado una plaga y puede ser portador de varias enfermedades

Caracol africano
Caracol africano Foto: diario El Territorio

En diciembre se conoció que aparecieron caracoles africanos en el kilómetro 9 de Eldorado. La primera irrupción de esta especie en Misiones ocurrió en Puerto Iguazú, en el año 2010, aunque solamente aparecieron en la zona costera; luego se encontraron algunos en Wanda. Ahora están repartidos por toda la ciudad.

El caracol Achatina fulica, denominado comúnmente caracol africano, es originario del este de África. Este molusco exótico es considerado una plaga debido a su capacidad de reproducción y porque puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales. Además, puede ser portador de distintas enfermedades, por lo que se recomienda no tocarlo.

Tras esta nueva aparición en Puerto Iguazú, desde la Municipalidad afirmaron que empezaron a recibir denuncias de vecinos alertando sobre la situación; sin embargo no tienen un equipo de trabajo exclusivo para atender la demanda, por lo que no se está realizando un trabajo de campo.

Daños que podrían provocar

Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación declararon al caracol gigante africano como dañino y perjudicial para la conservación del medio ambiente, las actividades de producción y la salud humana, ya que es una especie exótica invasora y hospedadora de potenciales causantes de enfermedades zoonóticas.

La teoría del avance de la plaga está basada en la migración de las personas, que podrían mudarse de barrio trasladando sus pertenencias como macetas con plantas que podrían tener huevos de caracol que terminan por desarrollarse en otros barrios o ciudades.

Cada caracol pone 400 huevos y lo hace cuatro veces al año, es decir que cada animal puede poner 1600 huevos en el año. La erradicación es muy difícil porque tiene una velocidad de reproducción muy alta y carecen de predadores naturales.

Se alimenta de hierbas, basura, huesos y la cal de las paredes (por su rápido crecimiento requieren de calcio). Es por ello que se recomienda a quienes realizan composteros en las viviendas que los mantengan limpios y eliminen los caracoles cuando éstos aparecen.

Su concha puede medir desde 12cm (centímetros) de largo y 6cm de diámetro, llegando algunos ejemplares a medir hasta 20cm de longitud. A pesar de que es una especie herbívora, puede alimentarse prácticamente de todo, incluyendo excrementos.

Son ilegales en algunos países, entre ellos España, donde esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. También en como en Estados Unidos, ya que puede convertirse en una plaga y cobijar parásitos que se alojan en tejidos fibromusculares y secreciones de baba del animal, los cuales pueden causar diversas afecciones, como meningoencefalitis eosinofílica y angiostrongiliasis abdominal en humanos. Asimismo, el consumo de esta especie por parte de perros domésticos les ha causado la muerte.

Achatina fulica es hermafrodita, crece y se reproduce a gran velocidad, por lo que puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales. Se recomienda no tomarlo con las manos desnudas.

Los caracoles gigantes africanos están activos entre los 9 y los 45°C (grados Celsius), cuando se superan esas temperaturas, entran en un estado de hibernación, viven un promedio de seis años y están principalmente activos entre la tarde y las primeras horas de la mañana