En fotos: la Selección está en semifinales del Mundial de Qatar 2022 y en Córdoba la fiesta no para

Nada frenó el festejo por la victoria por penales ante Paises Bajos. Ni el clima, ni la incertidumbre hasta el final. Todos con la Scalonetta.

Los hinchas cordobeses, locura por la Selección en Patio Olmos (Jose Gabriel Hernández)
Los hinchas cordobeses, locura por la Selección en Patio Olmos (Jose Gabriel Hernández)

Ni el calor sofocante, ni la lluvia, ni el alerta meteorológico.... ni el empate sobre la hora y la angustia por los penales. Nada frenó a los cordobeses en otro festejo con la Selección argentina, que derrotó a Países Bajos 4-3 desde los 12 pasos y accedió a las semifinales del Mundial de Qatar 2022.

Los hinchas argentinos de la cabeza en Patio Olmos. (Jose Gabriel Hernández)
Los hinchas argentinos de la cabeza en Patio Olmos. (Jose Gabriel Hernández)
Los hinchas argentinos de la cabeza en Patio Olmos. (Jose Gabriel Hernández)
Los hinchas argentinos de la cabeza en Patio Olmos. (Jose Gabriel Hernández)

Una vez más, la mayor concentración de hinchas se vio en el Patio Olmos, donde las banderas de distintos clubes se hicieron presente pero unidas por la Albiceleste, con la Scalonetta que disputará el pasaje a la final ante Croacia, el martes próximo a las 16.

En fotos: los cordobeses y el aguante a la selección argentina en el cruce contra Países Bajos
En fotos: los cordobeses y el aguante a la selección argentina en el cruce contra Países Bajos Foto: José Hernández
En fotos: los cordobeses y el aguante a la selección argentina en el cruce contra Países Bajos
En fotos: los cordobeses y el aguante a la selección argentina en el cruce contra Países Bajos Foto: José Hernández

Justamente, los croatas eliminaron por penales a Brasil, y hubo cánticos dedicados al gran rival del continente, que se quedó afuera. Por sobre todo, los hinchas liberaron la tensión de más de 120 minutos del juego con los holandeses, que terminó 2-2, y por el dramatismo en los penales, otra vez con Dibu Martínez al contener los dos primeros disparos, a Virgil