Una carnicería de González Catán cerró por miedo a que maten a sus empleados

Una carnicería de la localidad bonaerense de González Catán decidió bajar las persianas por miedo a los delincuentes, luego de que un policía evitó a los tiros un asalto, el segundo hecho de inseguridad que vivieron en menos de un mes.

El último asalto ocurrió el miércoles poco después de las 20, en la carnicería "Esmeralda", ubicada en la esquina de Barrientos y Urdaneta, a la que llegaron a bordo de un auto Ford Falcón cinco delincuentes armados con intención de robar.

Las imágenes del intento de robo circularon en los medios de comunicación y evidencian la violencia que se vivió en el local.

Como se ve en el video, los delincuentes ingresan al local y acto seguido, desde adentro comienzan a disparar hacia la calle, lo que se produjo cuando intervino el policía que desde el exterior les dio la voz de alto y también disparó.

Según fuentes de la investigación, la maniobra fue advertida por un policía del Comando de Patrullas que se encontraba de franco y vestido de civil, quien vio cuando los asaltantes amenazaban dentro del comercio a una mujer. El oficial intervino y puso en fuga a los delincuentes, a uno de los cuales aparentemente llegó a herir.

Este jueves, César, el encargado de la carnicería, dijo al canal Todo Noticias que están "cansados" de los robos y que van a cerrar la sucursal debido a la "inseguridad".

Los delincuentes sólo alcanzaron a llevarse el teléfono celular de la mujer antes de escapar, uno de ellos aparentemente herido, ya que se encontraron manchas de sangre en la vereda.

"Los ladrones tenían 20, 25 años. Todos jóvenes, que no le tienen miedo a nada y nosotros no estamos cuidados. Yo estaba haciendo mi trabajo y cuando levanto la vista veo al policía que estaba afuera y comenzaron los disparos. El policía actuó muy bien", sostuvo el hombre.

"Vamos a cerrar el local porque ya son dos robos. La sacamos muy barata. Le pudo pasar algo muy grave a cualquiera", agregó César.

La investigación del hecho se encuentra a cargo de la UFI 1 de La Matanza y de la policía local, que procuraba dar con los asaltantes.