Clara Barberi: “Fue difícil estar con las chicas sin tener una medalla”

La azuleña relató cómo fue no poder entrar a la Villa Olímpica en Tokio y cómo se sintió por no haber recibido la presea plateada.

Belén Succi y Clara Barberi en Tokio, Japón
Belén Succi y Clara Barberi en Tokio, Japón Foto: IG Belen Succi

“La noche anterior a viajar a Tokio, la jefa de equipo me dijo que las posibilidades de que entrara a la Villa eran casi nulas, y que no sabían por qué. En el momento fue duro, nos miramos con Succi y no lo podíamos creer. Lugar para nosotros (con Emiliano Bosso, arquero suplente de Los Leones con el que compareció la misma situación) había en los departamentos pero era una cuestión de protocolos y burocracia del Comité Olímpico Internacional”, así relató la azuleña Clara Barberi cómo fue el momento en el que se enteró que no iba a poder entrar a la Villa Olímpica de Tokio en los Juegos Olímpicos.

Entrevistada por el diario Olé, la jugadora de Las Leonas relató que “nos llevaron para un hotel en los alrededores (donde había dos jugadores de handball con nuestro mismo inconveniente), nos dieron plata para la comida y viáticos y nos pidieron que por favor no salgamos del edificio por un tema de contagios. Básicamente estuvimos en cuarentena en un hotel que no tenía nada, porque las zonas comunes estaban cerradas por la emergencia sanitaria: no había pileta, gimnasio ni comedor… teníamos que comer en las habitaciones y hacer burpees en el pasillo. Salir, solamente al super -que nos quedaba a dos cuadras- y volver a encerrarse. (Aunque luego, con el correr de la competencia, se flexibilizaron las medidas pero sin permitir el ingreso al complejo olímpico)”.

“Obviamente que hubo un “daño psicológico”, pero por las expectativas de lo que era un Juego Olímpico… Soy una enferma de todos los deportes y era una de mis aspiraciones más grandes. Aunque sea entrar y compartir en una villa con los mejores atletas de cada disciplina. Algo súper positivo que le fuimos sacando a esta situación fue que podíamos ir al estadio a ver todos los partidos (risas). ¿Hubiera deseado que las cosas se dieran de una manera distinta? Seguro… pero hoy es anecdótico. Fue lo que me tocó y dentro de todo lo pude disfrutar. Pude acompañar al equipo en todo, entrar a la cancha a festejar, a los vestuarios… afiancé aún más la relación con algunas jugadoras y descubrí otra parte de las chicas, que se vio en la adversidad, por así decirlo”, relató Barberi.

Las Leonas, con Clara Barberi, ganaron la medalla plateada.
Las Leonas, con Clara Barberi, ganaron la medalla plateada. Foto: Web

Durante la nota, la leona azuleña destacó que participaba por Zoom de todas las charlas previas a los partidos. “Los primeros cinco días fueron los más duros, porque pasé del ideal que había creado con todas mis expectativas, a estar encerrada en un hotel… Pero si tal vez me hubiese tocado otro compañero y no Emi (que fue un apoyo fundamental), hubiese sido todo más difícil. Coincidió con que las chicas estaban desbordadas de emociones, muchas tenían su primera experiencia olímpica y estaban procesando su Juego, entonces tampoco podía pretender que alguna se pusiera en mi lugar. Incluso al final del torneo, varias se me acercaron pidiéndome disculpas de que no se habían podido poner en mi piel”, explicó la Leona azuleña.

El último día, Barberi logró entrar a la Villa Olímpica: “Conocí el comedor, tiramos las valijas y Succi me dijo vamos a recorrerla un poco… Por lo menos entré para la parte divertida, sin las corridas ni horarios de la competencia. Recuerdo que estaban todos los jugadores argentinos de básquet, entre ellos Campazzo, y nos venían a felicitar como unos pares. Eso es lo lindo de los Juegos Olímpicos y lo que me da lástima de no haber podido vivir”.

La emotiva entrega de medallas de Las Leonas.
La emotiva entrega de medallas de Las Leonas.

Durante la nota, la jugadora destacó varias veces el papel fundamental que tuvo la arquera Belén Succi, y le dedicó cálidas palabras a su familia: “Perdí a mi madre de cáncer hace un par de años. Creo que si estuviera viva, ya me hubiese hecho una estatua en Azul. Me apoyaba mucho pero también sufría demasiado conmigo, era una apasionada. Hasta creo me hubiese ido a buscar a Japón”, relató la azuleña.

“Fue difícil estar con las chicas sin tener una medalla pero hoy lo veo como algo más simbólico. Tenés que mirar para atrás y ver todo el proceso, no sólo cinco minutos de premiación… Sí, es muy lindo tener un recuerdo, pero como siempre me dijeron, las medallas se guardan en un cajón y lo que te queda son todas las otras cosas”, concluyó Clara.