Elecciones 2021: el Frente de Todos en el Senado tiene el desafío de retener el quórum propio

El oficialismo buscará mantener a salvo el bastión de Cristina Kirchner, pero se juega la mayoría en seis de las ocho provincias que renuevan su representación y no tiene potencial de crecimiento.

Cristina Fernandez de Kirchner durante una sesión en el Senado (Foto: Federico Lopez Claro)
Cristina Fernandez de Kirchner durante una sesión en el Senado (Foto: Federico Lopez Claro)

Nada por ganar y bastante que perder: así se presenta la elección para el Frente de Todos en el Senado, uno de los pilares de la gobernabilidad para el presidente Alberto Fernández y el bastión de poder de su vice, Cristina Kirchner. El bloque de 41 integrantes, que logró aprobar cuanto proyecto pasó por el recinto, está ante el riesgo cierto de perder bancas y, en el peor escenario, subsistir con el quórum justo.

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La elección de senadores es más riesgosa que la de diputados. Se puede hacer una elección extraordinaria y, con suerte, sumar un senador. Y si ya se tienen los dos, no sumar ninguno”, graficó un dirigente que sigue de cerca el armado del Frente de Todos. Y es que la Cámara alta debe mirarse en clave local: aún cuando se obtenga un buen caudal de votos a nivel nacional, cada provincia se reparte tres bancas, dos para el partido que resulte primero y una para el segundo.

De los 24 escaños que se renovarán el próximo 10 de diciembre (correspondientes a la elección de 2015), 15 corresponden al Frente de Todos y solo ocho a Juntos por el Cambio. El restante pertenece al santafesino Carlos Reutemann (Interbloque Federal), de licencia por enfermedad. El oficialismo deberá retener al menos 11 de esas 15 bancas en juego si aspira a mantener el número propio en lo que resta del mandato de Fernández.

“Tenemos 41 senadores. Si llegáramos a perder cuatro, el Senado estará en riesgo, porque quedaríamos con el quórum justo, 37. Sería una complicación real para Cristina”, analizó la fuente consultada. El bloque de José Mayans arriesga las dos bancas por la mayoría en seis de las ocho provincias que eligen representantes: Corrientes, Tucumán, Catamarca, La Pampa, Chubut y Santa Fe. En Córdoba y Mendoza, en tanto, luchará por retener la minoría.

José Mayans (Archivo)
José Mayans (Archivo)

Provincia por provincia

Todo indica que el oficialismo está en condiciones de conservar la mayoría en La Pampa, Tucumán y Catamarca, tres distritos donde el peronismo es fuerte. A su vez, mantendría la banca por la minoría en Mendoza, donde gobierna la UCR. La vicejefa del bloque, Anabel Fernández Sagasti, es número puesto para renovar mandato. La preocupación del Frente de Todos está centrada en otras cuatro provincias: Córdoba, Corrientes, Santa Fe y Chubut.

Córdoba es un enorme signo de interrogación. Juntos por el Cambio, más allá de su interna de candidatos, tiene prácticamente asegurada la victoria, y el segundo lugar se definirá entre el Frente de Todos y Hacemos por Córdoba. “Va a ser una elección muy pareja que se va a definir al final”, dijo a este medio un importante dirigente cordobés, que calcula que la fuerza que obtenga “poco más de 20 puntos” se quedará con la banca por la minoría, hoy ocupada por Carlos Caserio, que intentaría renovar. En otras palabras: el Frente de Todos no ganaría ningún senador, pero sí puede perder uno a manos del schiarettismo.

En Corrientes, la elección a gobernador (aunque en fecha desdoblada) podría traccionar votos para Juntos por el Cambio si, como todo indica, el radical Gustavo Valdés va por un nuevo mandato. En ese caso, el peronismo (que hoy está intervenido por el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta) corre el riesgo de perder un legislador. Las bancas en juego son las de Carlos “Camau” Espínola y Ana Almirón.

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Otra de las provincias donde el Frente de Todos teme perder la mayoría es Santa Fe, donde la UCR mantiene la alianza con el socialismo a nivel local e irá con Juntos por el Cambio a nivel nacional. Terminan mandato María de los Ángeles Sacnun (integrante del núcleo duro kirchnerista) y Roberto Mirabella (hombre del gobernador Omar Perotti).

Finalmente, en Chubut se da una particularidad: las tres bancas son hoy del oficialismo, porque Alfredo Luenzo (antes aliado) se unió al bloque a posteriori. Esto significa que la oposición ya tiene asegurada la colocación de un senador y que, con una buena elección, hasta podría quedarse con una banca más. Terminan mandato, además de Luenzo, Nancy González y Mario Pais.

Mayoría arrasadora

Bajo la conducción de Mayans y Fernández Sagasti, brazos ejecutores de las órdenes de Cristina, el bloque de senadores adquirió una firme disciplina: logró aprobar en tiempo récord todos los proyectos que se propuso, incluso los más conflictivos, como la reforma de la Justicia Federal, la del Ministerio Público Fiscal y la ley de restricciones sanitarias por la pandemia.

Con la intervención personal de la vicepresidenta para asegurarse la validez legal de las sesiones remotas, el bloque le impuso al Senado un ritmo de actividad que alcanzó niveles históricos. En 2020 la Cámara alta realizó 31 sesiones (aproximadamente una cada 15 días) y este año ya lleva una decena, seis más que Diputados, donde el quórum depende de la oposición.

Cristina Fernandez de Kirchner en el Senado (Foto: Federico Lopez Claro)
Cristina Fernandez de Kirchner en el Senado (Foto: Federico Lopez Claro) Foto: LVI

En el Senado, el Frente de Todos hasta se dio el lujo de prescindir de uno de sus integrantes, el tucumano José Alperovich, que está de licencia desde fines de 2019 y así seguirá hasta el fin de su mandato, en diciembre.

Para compensar, el bloque contó, en la mayoría de las votaciones, con dos aliados que siguen en sus bancas, el rionegrino Alberto Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana. Pero si el bloque oficialista merma, podría no contar con esas alianzas el día de mañana.

Por caso, Weretilneck ya retiró su apoyo de las reformas judiciales, molesto con la designación del ministro Martín Soria, y además debe posicionar electoralmente su partido provincial, Juntos somos Río Negro. “Los aliados se suman cuando estás fuerte; cuando ven que su voto define, se alejan”, resumió un legislador del bloque mayoritario.

Por la Corresponsalía de Buenos Aires