Chile se retira del Pacto Mundial para la Migración de la ONU

El Gobierno chileno anunció de manera sorpresiva que no iba a participar en la reunión de Marruecos en la que la Organización de Naciones Unidas busca un marco legal que garantice una mayor seguridad y dignidad para los migrantes.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita y la secretaria general de la conferencia, la canadiense Louise Arbour (i), participan en la conferencia intergubernamental de la ONU.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita y la secretaria general de la conferencia, la canadiense Louise Arbour (i), participan en la conferencia intergubernamental de la ONU.

El canciller de Chile, Roberto Ampuero, afirmó que el gobierno de Sebastián Piñera no firmará el Pacto Migratorio de Naciones Unidas porque el texto "choca" con las normas del país.

"El texto discutido en Naciones Unidas choca con las normas de Chile para tener una migración segura, ordenada y regular", afirmó Ampuero en declaraciones a la prensa.

El canciller especificó que el pacto de la ONU "no establece con total claridad la distinción entre un migrante regular que llega a nuestro país y se instala respetando las leyes que hemos dado y uno irregular que entra sin respetar las normas, probablemente por pasos no habilitados".

El presidente, el conservador Sebastián Piñera y Roberto Ampuero antesde la asunción
El presidente, el conservador Sebastián Piñera y Roberto Ampuero antesde la asunción

Pese a que la firma del acuerdo no hubiese sido vinculante jurídicamente, Ampuero dijo que el gobierno "no va a adherir a nada que pueda ser usado en su contra en cortes internacionales y que atente contra la soberanía del Estado de Chile".

Para concluir, el ministro de Asuntos Exteriores dijo que el pacto flexibiliza la posibilidad de un inmigrante de cambiar de estatus, lo que permite a un inmigrante "llegar como turista y puede cambiar a buscar una visa de trabajo, lo cual no nos convence como país".

El Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas fue aprobado formalmente el 10 de diciembre en Marrakech, Marruecos, en una conferencia intergubernamental que reunió a casi 160 países.

Destacando los "esfuerzos" hechos para llegar a este pacto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exhortó a no "sucumbir al miedo" a la migración. En su discurso de apertura, denunció las "numerosas mentiras" sobre este texto que provocó críticas de los nacionalistas y de los partidarios del cierre de fronteras.

El pacto, destinado a reforzar la cooperación internacional para una "migración segura, ordenada y regular" no es vinculante, recoge principios: defensa de los derechos humanos, de los niños, reconocimiento de la soberanía nacional y enumera propuestas para ayudar a los países a enfrentar las migraciones, como el intercambio de información y de experiencia o la integración de los migrantes. También prohíbe las detenciones arbitrarias y solo autoriza los arrestos como medida de último recurso.

La decisión de no firmar el Pacto Migratorio de la ONU fue criticada por varios sectores políticos de la oposición, especialmente después de que el subsecretario del Interior Rodrigo Ubilla declarara que creen "en los derechos humanos de los migrantes, pero no que migrar sea un derecho humano".

La ex presidenta Michelle Bachelet, actual alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, agradeció a través de su cuenta de Twitter a los Estados miembros de la ONU por haber adoptado este pacto, y añadió que "los migrantes tienen los mismos derechos humanos que todos los demás".

Por su parte, el también ex presidente Ricardo Lagos dijo, a través de la misma red social, que "el Pacto Mundial de Migración es un intento positivo de ordenar este tema y de abrir el diálogo para resolver los desacuerdos colectivamente", y añadió que "la migración es un asunto global y ningún país lo puede resolver con políticas domésticas".

Excancilleres como José Miguel Insulza o Heraldo Muñoz, el Instituto Chileno de Derechos Humanos (INDH), organizaciones de inmigrantes y la oposición política, entre otros, han considerado un grave error la decisión del Gobierno y han señalado que con ella se abandona una línea histórica del país en política internacional.

Seis de cada diez ciudadanos respaldan la decisión del gobierno de Chile de no suscribir el pacto de migraciones de la ONU. La medida tiene el apoyo de 58% de los chilenos y el rechazo de 36%, de acuerdo con un sondeo de la firma Cadem publicado por el diario La Tercera.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres y la secretaria general de la conferencia, la canadiense Louise Arbour ofrecen una rueda de prensa en el marco de la conferencia intergubernamental de la ONU organizada en la ciudad marroquí de Marrakech.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres y la secretaria general de la conferencia, la canadiense Louise Arbour ofrecen una rueda de prensa en el marco de la conferencia intergubernamental de la ONU organizada en la ciudad marroquí de Marrakech.

El gobierno, por su parte, defendió su decisión de no firmar, afirmando que cada país "es soberano" para fijar "sus propias" reglas sobre el asunto. "Los migrantes tienen derechos, pero cada país es soberano para fijar sus propias reglas de migración", precisó Roberto Ampuero.