Ante la casi segura decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) de no habilitar en el corto plazo negociaciones para un nuevo programa que incluya fondos frescos para el país, el equipo económico buscó desactivar las expectativas que se generaron alrededor del viaje a Estados Unidos y evitar que se le adose la calificación de “fracaso”.
El ministro de Economía, Luis Caputo, el viceministro José Luis Daza, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el vicepresidente de la entidad, Vlademir Werining, llegaron este lunes a Washington para participar de la Reunión Anual del FMI y Banco Mundial.
Si bien el motivo de esta calificada comitiva obedece a las participaciones institucionales que deben afrontar, el arco político y económico está atento a la agenda paralela que desarrollarán en pos de conseguir auxilio financiero para el país.
A sabiendas de que son mínimas las chances de que el FMI habilite un diálogo por nuevo financiamiento y con expectativas en alza, Quirno salió a poner distancia.
La delegación partió de Buenos Aires en la noche del domingo y en una escala previa a desembarcar a Washington, el secretario se preocupó por interactuar en un espacio de “X” en el que participaba el asesor Felipe Nuñez, junto a agentes del sistema financiero.
Cuando tomó la palabra Quirno fue contundente: “Vamos por reuniones del G20, del G24, del FMI, del Banco Mundial y del BID, todo concentrado en tres o cuatro días. Y esto genera una expectativa de resultados que no es tal”.
Así dejó en claro que el objetivo primario no es encarar en forma directa una nueva conversación con el FMI, lo cual suma incertidumbre a la reiterada pregunta de “¿cuándo se sale del cepo?”.
Quirno amplió la aplicación de paños fríos: “Son parte de las conversaciones constantes que tenemos todos los días con todas las relaciones internacionales que llevamos”, insistió.
Y añadió: “El tema con los organismos han cambiado porque ahora Argentina cumple y sobrecumple lo que dijo que iba a hacer. Eso nos pone en una situación diferente y al menos quieren escucharnos”.
La actividad del equipo económico se extenderá hasta el viernes y la agenda oficial de Caputo incluye la participación en la Asamblea de Gobernadores, en el Comité de Desarrollo del Banco Mundial y el FMI, en el Council on Foreign Relations (CFR) y en el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI).
El calendario de reuniones distribuido por el Palacio de Hacienda fue escueto y sin mayores precisiones. Dentro del listado dado a conocer no figura ningún encuentro directo con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, aunque se descuenta que ocurrirá aunque sea de manera informal. Tampoco se informó qué actividades realizará el resto de los integrantes de la delegación.
Posiblemente en lo que refiere a la negociación directa con el FMI habrá que seguir con detenimiento los pasos de Daza, quien sería el designado por Caputo para encauzar las conversaciones.
El economista, que desembarcó hace pocas semanas en el Palacio de Hacienda para ocupar el lugar que dejó de Joaquín Cottani, tiene vínculos aceitados con la burocracia de Washington donde desarrolló gran parte de su carrera profesional.
La reacción del mercado
Por el momento, el mercado financiero no parece inquietarse con la demora en el inicio de las conversaciones, dado que un acuerdo garantizaría el pago de los US$ 23.000 millones que debe afrontar el país en 2025.
Al menos eso se ve reflejado en el precio de los activos argentinos.
Si bien este lunes se produjo una pequeña corrección en la cotización de los bonos, los valores siguen reflejando cierta confianza de los inversores en que el país podrá asumir sus compromisos de deuda.
El bono de referencia AL30 cedió 0,3% y cerró en US$ 61,93 en sintonía con el resto de los títulos públicos lo que llevó el Riesgo País de nuevo por encima de los 1.100 puntos.
El dólar tuvo un comportamiento alcista, con el “blue” trepando a $ 1.240 -$ 1.263 en Córdoba-, mientras que el MEP avanzó a $ 1.167 y el Contado con Liquidación a $ 1.194.
En tanto, el Banco Central continuó con la racha compradora y sumó US$ 23 millones a las reservas. En lo que va de octubre ya incorporó US$ 784 millones.