Un grupo de comerciantes se movilizó nuevamente este miércoles por la mañana en reclamo por las restricciones en Córdoba. Los trabajadores, autoconvocados en la rotonda de Recta Martinoli y Heriberto Martínez, pidieron volver a trabajar.
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A través de pancartas y un pequeño “cacerolazo”, los dueños de diferentes locales solicitaron reabrir sus puertas aunque sea en un horario acotado. “Hay que hacer malabares, el ingreso cada vez es menor y no veo que los gobernantes se bajen los sueldos. Acá peleamos por un trabajo, es esencial”, aseguró una de las manifestantes. Y agregó: “No tenemos posibilidad de abrir, ni en un horario”.
En este sentido, indicaron que sus negocios “no son fuentes de contagios porque no tienen colas y llevan a cabo todo los protocolos”.
En un mensaje dirigido al intendente Martín Llaryora y al gobernador Juan Schiaretti, una de las comerciantes aclaró que “no están pidiendo subsidios”, sino simplemente “trabajar”. “Nunca pensamos tener que pasar por multas o hasta la posibilidad de ir presos por el simple hecho de querer trabajar”, sentenció.
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Pese al DNU nacional que impide la apertura del comercio “no esencial”, este martes se visibilizaron locales funcionando con las persianas a medias tanto en el centro como en diferentes barrios de la ciudad.
La situación en el interior provincial
Al igual que en esta capital, en el interior de Córdoba también se produjeron protestas por parte del sector comercial. En localidades como Laguna Larga algunos locales no exceptuados por el decreto nacional atendieron con modalidades propias.
En este orden, Pedro Dellarossa, intendente de Marcos Juárez, consideró: “La gente tiene necesidad de seguir trabajando para cumplir con sus compromisos”. Asimismo, en diálogo con Mitre, el jefe municipal aseveró: “Varios comercios grandes abrieron sus puertas y nosotros tenemos un grupo de inspectores, tenemos una capacidad límite”.
