Un hombre pintó un cuadro a pedido pero el cliente no lo fue a buscar, ahora lo rifa para cumplir un sueño

Un muralista de Santiago del Estero decidió rifar un cuadro que una persona le encargó pero nunca fue a retirar y con el dinero, cumplir el sueño de su padre, quien falleció durante la pandemia.

Sergio Herrea rifa una de sus obras para cumplir el sueño inconcluso de su papá.
Sergio Herrea rifa una de sus obras para cumplir el sueño inconcluso de su papá. Foto: Diario Panorama

Sergio “el Puma” Herrera es un muralista oriundo del Santiago del Estero, tras dos años en los que su trabajo se vio afectado como consecuencia de la pademia de Covid-19, y la pérdida de su padre, se propuso cumplir un sueño.

Previo a la aparición del coronavirus, Sergio viajó a Mexico, en donde lo esperaban con una interesante propuesta laboral. Sin embargo, un tiempo después recibió la noticia de que su papá había sufrido un ACV y no dudó en regresar a Argentina.

En diálogo con “Diario Panorama”, el hombre contó que “No fue fácil volver, no fueron fáciles esos meses; la situación de mi papá era cada vez peor, y a eso sumale la pandemia que llegó, no poder salir a la calle a pintar murales; como todos, tuve que reinventarme en medio de una situación familiar particular”.

Como le ocurrió a muchas personas, Sergio tuvo que reinventarse, y fue así que decidió comenzar a pintar obras por encargo. El pedido más importante fue un políptico compuesto por cinco partes, ese cuadro se lo habían pedido y él lo realizó, sin saber que finalmente el cliente no iba a volver a aparecer.

Finalmente, su padre falleció y no pudo cumplir su sueño: remodelar un antiguo Renault 4. Fue entonces que Sergio tomó la decisión de concretarlo. Se propuso juntar el dinero rifando el cuadro que no pudo vender. La misma la va a realizar por sus redes sociales el 11 de abril.

“Mucha gente se contactó conmigo para colaborar y además para pasarme datos de dónde conseguir repuestos, y para tirarme buena onda, fue increíble”, contó Sergio sobre el proyecto.

El cuadro, que fue hecho a pedido, tenía características particulares que dan la posibilidad de intervenirlo con detalles y colores.