Un pitbull atacó a una nena de 8 años en un barrio sanjuanino

El can le provocó una herida de 12 puntos en una pierna. Imágenes sensibles.

El pitbull continúa encadenado en el jardín del frente de su casa. Diario de Cuyo.
El pitbull continúa encadenado en el jardín del frente de su casa. Diario de Cuyo.

Nuevamente en San Juan es noticia un brutal ataque de un perro de raza pitbull a una niña de 8 años. A menos de un año del Caso Lara y a pesar de haberse sancionado la Ley Lara en la provincia, una reciente escena de pánico tuvo como protagonista a una nena en el barrio Río Blanco. Fue el sábado por la tarde, cuando la niña jugaba en la vereda de su casa y el perro de su vecina de enfrente, que se zafó de la cadena, corrió rápidamente hacia ella y la atacó mordiéndole la pierna.

Afortunadamente, la víctima del can logró escapar y pedir auxilio. Sin embargo, terminó con una herida y 12 puntos de sutura, según publicó Diario de Cuyo. Ante esta situación, la mamá de la niña de 8 años denunció el caso y la Policía Ecológica se llevó al animal, aunque sólo 15 horas después fue restituido a su dueña.

Según contó la madre de la víctima, Isabel Álvarez, el pitbull ya había atacado a otros niños anteriormente: “Quiero que se lo lleven porque va a terminar matando a algún niño”, suplicó. Por otro lado, contó que el perro está atado en la casa de su dueña pero que de vez en cuando logra escapar, atacando a quienes pasan por el lugar: “El sábado mordió a mi hija, pero antes tiró a un niño de una bicicleta, le rompió el pantalón a otro y mordió a otras dos niñas más”.

Así quedó la pierna de la niña de 8 años tras ser atacada por un pitbull. Diario de Cuyo.
Así quedó la pierna de la niña de 8 años tras ser atacada por un pitbull. Diario de Cuyo.

Además, agregó: “Cuando vi a mi hija sangrando llamé al 911. A ella la trasladaron al hospital y le dieron 12 puntos. Mientras, la Policía se llevó al perro. Eso fue entre las 18 y las 19 del sábado y el domingo a eso de las 10 vi cómo le dejaban otra vez el perro a la dueña. Pregunté y me dijeron que lo había habilitado el juez. Yo me preguntó, ‘¿qué esperan’?”.

Por último, concluyó: “Mi hija sigue llorando por el dolor y tiene fiebre. Mientras, el perro ya está otra vez en las mismas condiciones que antes y la dueña ni siquiera se acercó a ver cómo estaba la nena. Yo quiero que se lo lleven y mis vecinos también, tememos que ataque otros niños o a cualquier persona que pase por la vereda”.