Denunció que su expareja abusó de su hija y la Justicia salteña lo dejó libre

Enzo Gabriel Gareca recibió la pena de 3 años de prisión condicional, y está en libertad.

Imagen ilustrativa
Imagen ilustrativa

“Mi hija fue abusada por su padre biológico”, cuenta Gisela Arce, una joven mamá de Tartagal, que desde septiembre del 201 busca justicia para su pequeña que hoy tiene 12 años. Ella denunció a su expareja, el sargento de la Policía Enzo Gabriel Gareca, luego de que la niña le contara que él la había tocado. Fue a un juicio imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y recibió la pena de tres años de prisión condicional. Está libre y ella teme por su hija.

El calvario de Gisela comenzó el 14 de septiembre de 2019 cuando su hija de 10 años le contó que su papá la había tocado y también obligado a tocarlo a él. “Nosotros nos separamos hace años y tenemos tres hijas. De vez en cuando él buscaba a las dos más chicas y se las llevaba. Yo la noté rara y cuando le pregunté qué le pasaba, me contó lo que había sucedido. Lo primero que hice fue llamar al 911 porque no sabía qué hacer”, contó la mujer a Central Policial.

Después de hacer la denuncia, Gisela y su hija fueron derivadas a un médico legista en Orán. Luego la pequeña declaró en Cámara Gesell. Ella por su parte habló con la fiscal Lorena Martínez y le comentó que Gareca tenía antecedentes por violencia de género. En mayo de 2020, Enzo Gareca enfrentó un juicio en su contra imputado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo en grado de auto. El Tribunal estuvo encabezado por la jueza Sandra Mabel Sánchez.

“Yo declaré y me pidieron que me retire de la sala. A los pocos días me llegó una resolución donde me informaban que mi ex había recibido la pena de tres años de prisión condicional, y que la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género solicitaba que se realicen rondas periódicas en mi domicilio”, manifestó Gisela.

Finalmente, la mujer denunció que no recibió ningún tipo de asistencia de parte del Estado. “ Yo creía que el juicio iba a ser el final y que iba a poder darle la tranquilidad a mi hija de que este tipo esté preso. Sin embargo, ahora me tengo que conformar con rondas policiales mientras el hombre que abusó de su hija está libre”, sentenció.