El Papa señaló que “el deporte educa”, pero instó a los dirigentes a que no “apunten solo a las ganancias económicas”

El sumo pontífice busca “promover un deporte que favorezca la amistad social y la fraternidad”.

El papa Francisco. Foto: Los Andes
El papa Francisco. Foto: Los Andes

El papa Francisco se refirió este domingo a la necesidad de un deporte que favorezca la fraternidad social y que no apunte solo a obtener victorias o ganancias, con motivo del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz.

”Todos sabemos en qué medida practicar el deporte pueda educar una sociedad abierta, solidaria y sin prejuicios, pero para eso hacen falta dirigentes y formadores que no apunten solo a la victoria o a las ganancias”, dijo desde la ventana del Palacio Apostólico tras el ‘Regina Coeli’, que sustituye al Ángelus en tiempo pascual.

El papa Francisco.
El papa Francisco. Foto: Andrew Medichini

Francisco, ante los fieles que le escuchaban en la Plaza de San Pedro, abogó por “promover un deporte que favorezca la amistad social y la fraternidad”, un día después de dicho Día internacional.

Previamente, en su catequesis el ‘Regina Coeli’, el pontífice argentino había reflexionado sobre la idea materialista del éxito en la vida, advirtiendo que la felicidad no se encuentra siguiendo “las vías del placer y del poder”.

El Papa resaltó que la vida vinculada a los placeres “no sacia el corazón”

”Todos queremos tener vida, pero existen diversos puntos de vista sobre cómo lograrlo. Por ejemplo, hay quien reduce la existencia a una carrera frenética para gozar y poseer muchas cosas: comer y beber, divertirse, acumular dinero y objetos, sentir emociones fuertes y nuevas”, explicó.

Francisco subrayó que se trata de un camino que “a primera vista parece atractivo, pero que no sacia el corazón”.

El papa Francisco.
El papa Francisco.

No es así como se ‘tiene vida’, porque siguiendo los caminos del placer y del poder no se encuentra la felicidad. De hecho, quedan sin respuesta muchos aspectos de la existencia como, por ejemplo, el amor, las experiencias inevitables del dolor, las limitaciones y la muerte. Y, además, no se hace realidad el sueño que todos tenemos en común: la esperanza de vivir para siempre, de ser amados sin fin”, avisó.