En tiempos en que el amor se redefine casi a diario, surgen nuevas formas de vincularse que escapan del molde tradicional. Una de las más comentadas en redes sociales y charlas íntimas es el modelo DADT, sigla de Don’t Ask, Don’t Tell (“no preguntes, no digas”).
A diferencia de las relaciones abiertas donde todo se habla, las parejas DADT acuerdan no contar ni preguntar sobre los encuentros fuera de la relación principal. La idea no es ocultar una infidelidad, sino justamente evitar que eso exista, estableciendo desde el principio una dinámica donde lo importante es el presente compartido, sin entrar en detalles incómodos.

En este tipo de vínculo, el foco está en la autonomía y en la reducción de tensiones. ¿La clave? La omisión como forma de cuidado mutuo. “No quiero saber con quién estás, ni vos con quién estoy yo. Lo importante es que cuando estamos juntos, nos elegimos”, contó una joven porteña en TikTok, que se presenta como parte de una pareja DADT hace más de un año.
De qué viven y quiénes son los que eligen esta forma de amar
Entre quienes eligen este modelo hay de todo: desde personas que vienen de relaciones monógamas conflictivas hasta influencers que lo promueven como una forma de amor más libre. Un caso conocido es el de la modelo y actriz Cara Delevingne, quien confesó en una entrevista con Cosmopolitan que para ella la libertad sexual no es negociable: “Necesito sentir que no soy propiedad de nadie”.

En Argentina, esta modalidad empieza a sonar más fuerte entre millennials y centennials, sobre todo en círculos urbanos donde el poliamor ya no es una rareza. Algunas parejas incluso combinan DADT con el concepto de relación jerárquica: una persona principal, y otras secundarias, pero sin mezclar las aguas.
Pero no todo es ideal. La falta de información puede volverse en contra si uno de los dos no cumple los acuerdos, o si lo que se calla termina siendo más ruidoso que lo que se dice. Los celos no desaparecen mágicamente: se gestionan de otra forma.

Al final del día, lo que hace que funcione una relación DADT es lo mismo que en cualquier vínculo: honestidad, confianza y mucha charla previa (aunque después no se cuente nada). Porque, en tiempos de hipervínculos, lo importante parece ser menos con quién estás, y más cómo lo elegís.