Es posible que en tu feed de alguna red social aparezca uno que otro truco para hacer que el olor de tu perfume dure más. En muchas de estas recomendaciones se hablan de lugares específicos para aplicar el perfume, especialmente en zonas ligadas al cuello o los brazos.
Además, sea por cultura o creencia, muchas personas suelen colocarse perfume en el cuello antes de salir de casa de forma automática, como un paso más de su rutina diaria.

Sin embargo, este ritual cotidiano puede traer consecuencias inesperadas para la Para muchas personas, ponerse perfume en el cuello antes de salir de casa es un gesto automático para dejar una buena impresión. Sin embargo, este ritual cotidiano puede traer consecuencias inesperadas para la salud, más allá de los rumores que vinculan las fragancias con la tiroides.
El experto en emergencias Miguel Assal explicó en redes sociales que los perfumes no representan un riesgo directo para la glándula tiroides, pero sí pueden afectar la piel y las vías respiratorias, especialmente si se usan productos de baja calidad o sin certificación.
El verdadero riesgo de aplicar perfume en tu cuello
Aplicar perfume en el cuello puede provocar fotosensibilidad, una reacción que ocurre cuando ciertos componentes de la fragancia se combinan con la luz solar. Entre los efectos más comunes se encuentran:
- Manchas oscuras o decoloraciones.
- Irritaciones y enrojecimiento.
- Envejecimiento prematuro de la piel.
Si este hábito se repite todos los días, el daño puede acumularse con el tiempo y hacerse visible en forma de manchas persistentes o piel más frágil.
Perfume y problemas respiratorios
Las fragancias también pueden afectar a quienes son sensibles a los estímulos ambientales, desencadenando rinitis vasomotora, una inflamación nasal que se manifiesta con nariz tapada, goteo acuoso y estornudos, sin que exista una alergia real.
Los desencadenantes incluyen perfumes, productos de limpieza perfumados, humo de tabaco, cambios bruscos de temperatura y ambientes fríos o húmedos.
Cómo usar perfume sin riesgos
Los especialistas recomiendan pequeños cambios de hábito para disfrutar de una fragancia sin comprometer la salud:
- Usar perfumes certificados y evitar productos de dudosa procedencia.
- Aplicar la fragancia sobre la ropa o en zonas no expuestas al sol.
- Evitar cuello y escote en verano, cuando la radiación es más intensa.
- Probar primero en la muñeca para detectar reacciones inmediatas.
- Consultar a un médico si aparecen síntomas respiratorios.
Con estas precauciones, es posible seguir usando perfume de manera segura, conservando el placer del aroma sin poner en riesgo la piel ni las vías respiratorias.