Preocupación por las expectativas de la inflación, mientras los alimentos muestran aumentos históricos

La inflación en este 2023 empezó galopante en la Argentina, con un enero que cerró en el 6%, y puso en jaque los planes del ministro de Economía Sergio Massa. Sin embargo, la noticia más dura para el equipo económico fueron los informes del último Relevamiento de Expectativas de Mercado, mientras que en Buenos Aires se observan niveles históricos en los precios.

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Los economistas consultados por el Banco Central revelaron en el último informe que esperan una inflación del 6,1% para febrero, mientras que en el mes de marzo este índice se aceleraría a un 6,3%. Sin embargo, la imagen más dura para el equipo económico llegó con el total para el 2023 donde apuntan que llegaría a un 99,9%, es decir, 2,3 puntos más que en la última medición.

En diálogo con Vía País, hace unas semanas la economista Eva Sacco señaló que bajar la inflación a un 60% “es muy difícil, casi imposible”. En ese sentido, las expectativas de los privados para con el Central se puso en esa tónica y presiona cada vez más fuerte sobre el ministro de Economía.

“La inflación hoy por hoy tiene un componente de inercia fuerte, sumado a que el gasto por si solo, no es un buen ancla... aunque es un ancla, y por eso se ‘estabilizó’ en torno a un 6% mensual. Los demás elementos que impulsan la inflación están presente, por lo que no hay forma de pensar en que la inflación baje casi 40 puntos de una, más en un año electoral con el estrés económico que eso significa”, agregó.

Los participantes del REM también revisaron las previsiones para los siguientes períodos, ubicando la inflación en 81,7% para 2024 (2,1 p.p. mayor al REM previo) y en 53,8% (+3,5 p.p.) para 2025.

Economistas consultados por el Central pronostican 99,9% de inflación para todo el año

Los alimentos en niveles récord en el Conurbano Bonaerense

Febrero volvió a golpear en los comercios de cercanía en el Gran Buenos Aires donde se registró un alza en la Canasta Básica de Alimentos (CBA) del 13,85% de acuerdo a un informe realizado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi).

Los incrementos muestran una “realidad paralela” fuera del alcance de las grandes cadenas de supermercados adheridos al programa “Precios Justos” y deja en evidencia el perjuicio causado a los sectores social y económicamente más vulnerables.

En ese sentido, para una familia de cuatro personas que en diciembre pasado necesitaba $64.134 para obtener los alimentos básico que estudia el INDEC, para enero ya pasó a necesitar $68.094,31, y en febrero $77.523,67 para obtener los mismos productos, con un alza en el primer bimestre del 20,88%.

Entre los aumentos más fuertes que se registraron en los alimentos se destacó la suba de la carne que alcanzó un 24,55% en febrero, mientras que en el bimestre llegó a un 27,41%. Por su parte, en las verduras y frutas para el segundo mes del año se registró un alza del 15,69% y del 24,17% a nivel bimestral. En tanto, los productos de almacén 6,87% y 15,44%, respectivamente.

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“La carne después de atravesar un 2022 con aumentos por debajo del promedio del conjunto de los alimentos (52% contra un incremento general por encima del 100%) empezó una suba abrupta en los últimos días de enero que se aceleró durante la primera quincena de febrero; las frutas y verduras parecen sufrir los efectos de la sequía, produciendo una baja en la oferta y una suba incesante de sus precios; y los productos de almacén que en los pequeños y medianos negocios de cercanía siguen sin sentir los efectos del programa de ‘precios justos’, con vigencia sólo en las grandes cadenas de supermercados, que no tienen bocas de venta en los barrios populares”, remarcó el director de ISEPCi, Isaac Rudnik.

“Este nuevo salto en los precios de los alimentos impactó fuertemente en el valor de la Canasta Básica Total (CBT)”, que incluye “un grupo amplio de bienes y servicios, que junto a los alimentos son los indispensables para la vida cotidiana de los hogares, como salud, educación, transporte, vestimentas, gastos de la vivienda, y otros similares”, añadió.

Así, una familia de cuatro personas  que en diciembre pasado necesitaba para adquirir todos estos productos básicos $146.226,09, en enero precisaba $154.574,08, y en febrero $175.978,73 para llenar la misma canasta.

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