Con la aceleración de los precios, los hogares de menos ingresos fueron los más afectados frente a la inflación

Un estudio privado reveló que los aumentos en los rubros dieron el principal golpe de las personas que menos ingresos tienen en la Argentina. Qué se espera para este 2023.

Los alimentos, otra vez el ancla que impulsó la inflación y estira la brecha entre los hogares de mayores y menores ingresos.
Los alimentos, otra vez el ancla que impulsó la inflación y estira la brecha entre los hogares de mayores y menores ingresos. Foto: José Gutierrez

La preocupación por la inflación en la Argentina empieza a tener efectos que se desencadenan de la fuerte aceleración que vienen acumulando los precios en los últimos meses, alcanzado casi un 95% en 2022 y con posibilidades de tener en febrero un índice a nivel nacional de tres cifras.

El estudio elaborado por Ecolatina apuntó contra el impacto que tuvo el Índice de Precios contra el poder adquisitivo de los salarios en 2022. Un mismo informe hecho por la consultora señaló que el salario real de los argentinos cayó en 2022 por quinto año consecutivo.

A pesar de los intentos de Sergio Massa, la inflación alcanzó el 6% en enero y arrancó el año con fuertes subas.
A pesar de los intentos de Sergio Massa, la inflación alcanzó el 6% en enero y arrancó el año con fuertes subas. Foto: FEDERICO IMAS

En ese sentido, apuntó a que el crecimiento de los precios no tiene el mismo impacto en todos los hogares, principalmente debido a que dependiendo de los ingresos se priorizan consumos. Allí es donde encontramos la primera diferencia puesto que aquellos hogares con menor salario van a priorizar alimentos y bebidas, mientras que los hogares que tienen mayores ingresos apuntan a artículos para el hogar, educación o esparcimiento.

“Es posible que el efecto regresivo de la inflación -afecta en mayor medida a las personas de menores ingresos- se vea exacerbado si algunos componentes del índice de precios crecen más que otros”, detalló el informe. En ese sentido, el punto de análisis de los alimentos tuvo un fuerte impacto contra las clases bajas a comparación de los hogares con mayores ingresos.

El impacto del aumento de los alimentos de acuerdo a las clases sociales.
El impacto del aumento de los alimentos de acuerdo a las clases sociales. Foto: Ecolatina

De acuerdo al último informe del INDEC, el rubro de los alimentos subió un 6,8% en el mes de enero y alcanzó un nivel interanual de 98,8%. Por ejemplo, el tomate aumentó un 64,8% alcanzando un precio de $381,92 o el caso de la carne que tuvo aumentos de hasta un 30% y el gobierno decidió implementar el programa de Precios Justos Carne.

En ese sentido, lo que se considera es que el impacto de la inflación no solo genera que cada vez haya que pagar más por diferentes productos, sino que también generó una fuerte diferencia entre los hogares que tienen más ingresos de lo que menos.

Sin embargo, el impacto no solo está sobre los precios, sino también sobre los ingresos que hay en los hogares argentinos. La consultora señaló las diferencias entre los hogares de menos ingresos con los de más sobre de dónde vienen esos salarios.

Los ingresos salariales de los diferentes hogares.
Los ingresos salariales de los diferentes hogares. Foto: Ecolatina

“Utilizando la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y el Índice de Salarios de INDEC construimos un indicador salarial en función de cómo se distribuyen las distintas modalidades de empleo a lo largo de la pirámide de ingresos, reconociendo que hay una marcada heterogeneidad: en los deciles más pobres hay una mayor proporción de asalariados informales y cuentapropistas (9 de cada 10 empleos en el primer decil responde a alguna de estas dos categorías), mientras que, en contraste, en los más ricos casi 7 de cada 10 trabajadores son formales”, señaló el informe.

A esto hay que sumarle que las diferencias entre los mayores y menores ingresos se acrecentaron durante el 2022. “El salario asociado a los sectores de mayores ingresos (decil 10) creció 15 p.p. interanual por encima de aquellos vinculados a los de menores recursos (decil 1)”, marcó la consultora.

“Esto se explica principalmente porque en estos últimos hay un predominio de trabajadores informales (cuyos salarios crecieron 65% en el año, casi 30 p.p. por debajo de la inflación) y cuentapropistas (insertos en general en empleos de baja calidad). Por su parte, cerca del 70% de los trabajadores del decil más alto son registrados – beneficiados por un acortamiento en la vigencia de las negociaciones paritarias- se ubicaron 1 p.p. por encima de la inflación anual”, añadió.

La brecha que empieza a crecer entre los hogares de mayores ingresos con los de menores.
La brecha que empieza a crecer entre los hogares de mayores ingresos con los de menores. Foto: Ecolatina

Así, mientras que los ingresos laborales de la mitad más rica crecieron 90% interanual, los del 50% más pobre crecieron sólo 81%. Este hecho no hace más que potenciar el efecto regresivo del proceso inflacionario, presionando por una mayor asistencia gubernamental”, agregó el informe.

En ese sentido, si bien se pudo observar una pérdida en el salario real, lo cierto es que aquellas familias que tienen menos ingresos perdieron cerca de un 5,1%, mientras que los hogares más ricos tuvieron una pérdida de 1,2%. Así, “los sectores de menores ingresos sufrieron un mayor golpe al poder adquisitivo de sus ingresos laborales, dado que tuvieron una peor performance respecto al salario”.

Cuáles son las proyecciones para este 2023

La tónica no se espera que modifique mucho de lo que fue el 2022, en el sentido de que el poder adquisitivo de los sectores vulnerables se volverá a ver perjudicado por el alza de precios que, de acuerdo a consultoras privadas, podría tener tres cifras para fin de año.

La aceleración en los precios de los alimentos vista en enero (pasó de promediar 4,8% en el 4T 2022 a 6,7% en enero) se agudizará significativamente en febrero con el aumento en la carne vacuna. Buscando actuar como contrapeso, si bien continuarán las actualizaciones en tarifas de servicios y transporte públicos, que representan una mayor parte de la canasta de los deciles de menores ingresos, los menores aumentos anunciados para estos sectores contribuirán a morigerar la regresividad de la inflación en los primeros meses del año”, señala el informe.

Esto finaliza en una paradoja para el Gobierno durante el año electoral. El mecanismo para aceitar paritarias y que vayan al mismo ritmo que la inflación es quizás el principal factor que ayudaría a sostener cierto nivel de consumo privado -focalizado en los servicios-, posiblemente el único componente del PIB que podría evitar terminar en rojo este año. Sin embargo, el hecho de que los sectores más postergados no recuperen el terreno perdido y más aún, vuelvan a ceder, profundiza las necesidades de asistencia social en los sectores más bajos en un contexto de fuerte administración de los recursos públicos en el marco del compromiso de reducción del déficit fiscal acordado con el FMI”, completó.