Tiene 81 años visitó Catamarca en su motorhome y recorre América

Sara Vallejos, esta entusiasta mujer de 81 años que desde hace dos vendió todo y se compró un motorhome con el que viaja por toda América y que por estas horas recorre nuestra provincia con rumbo a Fiambalá para conocer las termas para luego ir a Chile.

Sara Vallejos
Sara Vallejos

Una abuela que recorre Sudamérica a bordo de un motorhome llegó a Catamarca. Se llama Sara Vallejo y desde hace un tiempo visita diversos países de la región.

En la oportunidad, la incansable viajera, fue recibida por la Secretaria de Turismo, Natalia Ponferrada, quien le dio la bienvenida y le obsequio un tapiz tejido en la Fábrica de Alfombras mas material informativo sobre nuestra provincia, momento que fue propicio para un charla llena de anécdotas.

Sara comentó que el rodado lo tuvo que adquirir vía Uruguay y desde allí comenzó su recorrido por países como Brasil, Perú, y Paraguay. "Este jueves llegó a Catamarca y tras una breve parada, emprendió viaje a Fiambalá”.

Sara, quien nació en Buenos Aires pero se mudó a Tucumán en 1959, tras casarse por primera vez. Empezó a estudiar inglés a los 44, tuvo decenas de trabajos, se jubiló, se separó del padre de sus hijos y se volvió a enamorar de otro hombre.

"Era un persona muy aventurera, similar a mí. Todo fue muy bien, hasta que en 2009 se enfermó y murió. Me alegro de haberlo disfrutado, pero uno no se puede quedar en el pasado", reflexiona la abuela.

Sara vivió casi toda su vida en Tucumán, pero su espíritu viajero la consagra como una ciudadana del mundo, o de ningún lugar en particular. Se define como viajera y no como turista, aunque se empeña en aclarar que no sabe si hay una diferencia de significados, pero para ella viajar es más que conocer un lugar, es conocer su gente, vivenciarlo a fondo, dice, y enumera: sus comidas, sus olores, sus paisajes, sus amaneceres, sus puestas de sol, en fin, todo lo que te brinda un lugar que te enamora de otra manera.

“Voy a vender mi casa y me voy a comprar un motorhome”, les dijo a sus tres hijos, que al principio le respondieron que estaba loca y no le dieron importancia. Lejos de desechar la idea vendió su casa, subastó casi todas sus pertenencias, se compró un motorhome y se lanzó a la ruta con una seguridad arrolladora y acá esta con casi cincuenta mil kilómetros recorridos.

Poder seguir su aventura vistitando su perfil de facebook 80 años no son nada