Las consideraciones ambientales a tomar para la correcta ubicación de un feedlot

Se debe hacer la evaluación de la vulnerabilidad ambiental del sitio. Debido a la naturaleza intensiva de estas explotaciones pecuarias, la factibilidad ambiental de un Feedlot debe concentrarse en el estudio de los posibles efectos contaminantes.

Comedero Feedlot
Comedero Feedlot

Los principales aspectos importantes a analizar son:

Profundidad de la napa: la contaminación de las aguas subterráneas y sub superficiales es el punto más crítico de estas explotaciones. La profundidad mínima tolerable desde la superficie al estrato freático es de 1 metro. (NSW Agricultura,1998; Sweeten 2000). Este aspecto podría ser insuficiente en el caso de texturas granulométricas gruesas y con poca capacidad de retención hídrica.

Ubicación topográfica: es conveniente ubicar el establecimiento en lugares altos con buen drenaje, definido en una dirección. Es importante que las pendientes impidan el anegamiento de los corrales, pero que no sean tan pronunciadas como para causar escorrentía erosiva.

Proximidad a cuencas hídricas o recursos superficiales: el escurrimiento superficial o sub superficial puede contaminar cuencas hídricas. Distancias de 1km son consideradas como mínimas. A medida que se incrementa la cantidad de animales encerrados, estas distancias deberían aumentar.

Pendientes: son necesarias para conducir el escurrimiento superficial y evitar anegamientos e infiltración. Asimismo, cuando estas superan el 5% producen erosión y luego de lluvias fuertes se hace difícil manejar la escorrentía.

Ramallo, Provincia de Buenos Aires. Vacas en un comedero en feedlot.
Ramallo, Provincia de Buenos Aires. Vacas en un comedero en feedlot. Foto: Fernando Principi/Coordinacion d

Probabilidad de anegamiento: debido a los riesgos de infiltración y contaminación a los que expone el anegamiento se recomienda ubicar el Feedlot en sitios con baja probabilidad de anegamiento natural. Se sugiere de baja vulnerabilidad aquellos sitios donde el anegamiento es improbable o su probabilidad sea inferior a un evento cada 50 años.

Tipo de suelo: debe permitir la compactación, los suelos arenosos no son aconsejables, son preferibles los arcillosos, otorgan más estabilidad al tránsito animal y menos porosidad, evitando así la lixiviación.

Precipitación anual: son preferibles las regiones con bajas precipitaciones anuales, regiones con 600 mm anuales resultan mejores a la hora del manejo de los efluentes que aquellas en los que se superan los 1200 mm, a su vez también deben tenerse en cuenta la intensidad promedio de las lluvias.

Temperaturas: los climas templados o templados fríos son los ideales por el bienestar y confort animal.

Proximidad de áreas sensibles: la distancia a áreas urbanas depende de la sensibilidad social y ambiental. Los olores, la proximidad a cauces hídricos condicionan las distancias. Se sugiere distancias no menores a los 5km para evitar conflictos

Distancias a rutas: la presencia de sistemas intensivos, con movimientos de animales y camiones, incrementan los riesgos de accidentes.

Por otro lado podríamos mencionar el aspecto de contaminación visual en lugares de alto tránsito, por lo cual sería recomendable la plantación de árboles de cortina, tanto para evitar la apreciación visual de los animales en confinamiento como así también disminuir los olores. Lo ideal sería que los corrales de engorde se encuentren a distancias no menores a los 3 km de rutas.

Dirección de los vientos: es importante que la ubicación respecto a los vientos predominantes sea tal que la probabilidad que los olores desagradables alcancen centros urbanos sea baja. (USEPA, 1987).